Israel ha dado inicio este jueves a las deportaciones de los participantes de la Flotilla de la Libertad, quienes fueron arrestados tras ser interceptados en aguas internacionales, informó la asociación de abogados Adalah, que ha estado involucrada en numerosas audiencias judiciales.
Los activistas fueron llevados a la cárcel de Ktziot en el desierto del Négev, donde los abogados de Adalah han asistido a más de 50 audiencias. En estos encuentros iniciales, se reportaron continuas quejas sobre tratos “violentos y agresivos” de parte del personal israelí, “malas condiciones” de detención y, en algunos casos, “abusos físicos y verbales”.
Después de los procedimientos iniciales, Israel ha comenzado a expulsar a representantes de Turquía, Dinamarca, Bélgica y Francia. Según fuentes de Adalah citadas por Europa Press, no han recibido una “confirmación” directa de estas acciones por parte de las autoridades israelíes.
Adalah también defiende a varios miembros de la flotilla con ciudadanía israelí que han sido procesados en un tribunal de Ascalón por entrar sin autorización en una zona militar. La policía solicitó para ellos siete días de detención, pero el tribunal propuso liberarlos bajo la condición de no ingresar a Gaza durante seis meses, presentarse ante un juez si son citados y pagar una fianza de 4.000 shéquels (aproximadamente 1.060 euros).
Sin embargo, estos detenidos se han negado a aceptar lo que desde Adalah calificaron como “condiciones arbitrarias”, en parte porque la interceptación ocurrió a unas 120 millas náuticas de Gaza, en aguas internacionales. Los abogados planean presentar un recurso adicional pronto.
La operación resultó en 145 detenidos, incluyendo ocho españoles. Además, aún permanecen bajo custodia en Israel seis activistas de la Global Sumud Flotilla, arrestada la semana anterior, incluida una ciudadana española acusada de agredir a una funcionaria de prisiones.