Israel ha expresado una negativa rotunda a la proclamación realizada este viernes por la ONU sobre el estado de hambruna en la gobernación de Gaza (que incluye principalmente a la ciudad de Gaza) alegando que se fundamenta en datos erróneos y «no refleja la realidad sobre el terreno».
Las autoridades de Israel han estado refutando constantemente cualquier acusación por parte de la ONU y otras organizaciones internacionales acerca de las consecuencias severas de su bloqueo en el enclave, intensificado desde la ruptura del alto el fuego el 18 de marzo. La Clasificación Integrada de las Fases de la Seguridad Alimentaria (IPC), apoyada por la ONU, ha categorizado este viernes a la región de Gaza en la fase 5, que indica un acceso extremadamente limitado a alimentos y agua, desplazamientos masivos y una elevada tasa de mortalidad.
En contraparte, la COGAT, que gestiona los territorios ocupados por Israel en Palestina, ha señalado que «el informe ignora deliberadamente los datos proporcionados a sus autores en una reunión celebrada antes de su publicación y pasa por alto por completo los esfuerzos realizados en las últimas semanas para estabilizar la situación humanitaria en la Franja de Gaza», según se lee en su comunicado oficial en la red social X.
El dirigente de la COGAT, Ghassan Alian, ha enfatizado que la declaración de la ONU se basa en «fuentes parciales y poco fiables, muchas de ellas afiliadas a Hamás», y que «ignora descaradamente los hechos y los amplios esfuerzos humanitarios liderados por el Estado de Israel y sus socios internacionales».
«Esperamos que la comunidad internacional actúe con responsabilidad y no se deje llevar por narrativas falsas y propaganda infundada, sino que examine los datos completos y los hechos sobre el terreno», concluyó.
















