Este sábado, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han neutralizado a un supuesto integrante de Hezbolá en una localidad del sur de Líbano, bajo la acusación de que estaba involucrado en la “reconstrucción de infraestructura militar”, representando una amenaza para los ciudadanos israelíes.
“Ayer, en la zona de Qalwiyah, en el sur del Líbano, las FDI atacaron y abatieron a un terrorista de Hezbolá que intentaba restaurar su infraestructura militar en el sur del Líbano”, declaró el Ejército israelí mediante un comunicado difundido en la red social X, acompañado de un video que muestra el momento del ataque.
Este incidente forma parte de una de las dos operaciones ejecutadas por las fuerzas israelíes contra objetivos de Hezbolá el sábado pasado. Paralelamente, en Bleida, también en el sur, las FDI destruyeron una herramienta de ingeniería usada en actividades similares para “restaurar la infraestructura terrorista en todo Líbano”.
Las FDI han reportado que Hezbolá persiste en sus intentos por reestablecer su infraestructura militar en varias zonas del Líbano, lo cual es considerado una amenaza directa tanto para la seguridad de Israel como para los libaneses, quienes son usados como escudos humanos por el grupo armado, según las autoridades israelíes.
Las autoridades militares israelíes señalan que estos esfuerzos de reconstrucción por parte de Hezbolá son una infracción a los acuerdos establecidos con el Líbano, destinados a prevenir una escalada de tensiones en la región.
La tensión en el sur del Líbano continúa siendo alta, con incidentes frecuentes que han incrementado la preocupación internacional sobre una posible extensión del conflicto entre Israel y Hezbolá, apoyado por Irán.
Ayer, las FDI también informaron sobre un ataque a otra instalación en el sur del Líbano, supuestamente usada por Hezbolá para almacenar herramientas de ingeniería. Estos eventos coinciden con el inicio de un alto el fuego entre Hamás e Israel, durante el cual se han realizado más de 5.000 operaciones de recuperación en medio de una devastación que ha afectado al 90% de la infraestructura civil.