El Gobierno de Israel ha procedido a la expulsión de 171 activistas pertenecientes a la flotilla Global Sumud, entre los cuales se encuentra la destacada activista sueca Greta Thunberg. Los deportados han sido enviados en aviones hacia Grecia y Eslovaquia, asegurando las autoridades que no se han producido abusos durante su detención.
Desde el Ministerio de Exteriores, se ha informado que este grupo, catalogado de “provocadores”, incluye nacionales de múltiples países europeos y de Estados Unidos. “Hemos respetado y seguiremos respetando todos los derechos legales de los participantes en esta artimaña publicitaria”, afirmaron, refiriéndose a las acusaciones de maltrato como “mentiras” y parte de “una campaña planificada de falsas noticias”.
Según el ministerio dirigido por Gideon Saar, el único altercado violento registrado durante la custodia ocurrió cuando una ciudadana española agredió a una funcionaria de la prisión de Ktziot. La policía de Israel ha indicado que esta activista española permanecerá bajo arresto al menos hasta el próximo miércoles, retrasando su deportación. De los 49 españoles en la flotilla, 21 ya han regresado el domingo y se espera que otros 28 lo hagan este lunes.