Este sábado, el Ministerio de Exteriores de Israel ha comenzado a deportar a 137 integrantes de la flotilla Global Sumud, quienes son oriundos de 14 diferentes naciones y fueron interceptados intentando violar el cerco marítimo impuesto por Israel a la Franja de Gaza. Los deportados están siendo enviados de regreso a sus países de origen a través de Turquía.
Los deportados incluyen ciudadanos de varios países como Estados Unidos, Italia (26, confirmados por el ministro italiano de Exteriores, Antonio Tajani en redes sociales), Reino Unido, Jordania, Kuwait, Libia (siete, según el Ministerio de Exteriores turco), Argelia, Mauritania, Malasia, Bahréin, Marruecos, Suiza, Túnez y Turquía (36, según Öncü Keçeli, portavoz de Exteriores turco).
Desde el principio, el Ministerio de Exteriores de Israel ha etiquetado a los integrantes de la flotilla como “provocadores”, acusándolos de actuar “bajo el disfraz de la ayuda humanitaria” con fines de provocación a instancias de Hamás, una acusación que los afectados niegan rotundamente.
Además, se ha informado que algunos miembros de la flotilla se han resistido a la deportación ‘exprés’, prefiriendo permanecer más tiempo en Israel. También se menciona que “varios gobiernos extranjeros”, que no han sido identificados, muestran reticencias a aceptar los vuelos de deportación.