El líder de las fuerzas armadas de Israel, Eyal Zamir, ha decretado este lunes un aumento de la presencia militar en Cisjordania como respuesta al violento ataque sucedido temprano en la mañana contra un autobús próximo a Jerusalén, que ha dejado un saldo de al menos seis personas fallecidas y aproximadamente una decena de lesionados.
Zamir ha explicado que este aumento de «fuerzas adicionales» busca «reforzar la defensa junto a los esfuerzos antiterroristas» y «rodear las localidades desde las que se desplazaron los terroristas» con el fin de llevar a cabo el ataque.
El incidente fue perpetrado por dos palestinos que subieron a un autobús en el cruce de Ramot y comenzaron a disparar a los pasajeros antes de ser «neutralizados» por un elemento de las fuerzas de seguridad y un civil armado «presente en la zona», de acuerdo con lo confirmado por la Policía israelí.
Por su parte, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha destacado que la nación «está en una enorme guerra contra el terrorismo en todos los frentes» y ha asegurado una actuación contundente de las fuerzas de seguridad frente a este ataque, mientras que el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) ha elogiado la «heroica operación» realizada por «dos combatientes de la resistencia palestina».