El embajador de Israel ante la ONU, Danny Danon, ha comunicado al Consejo de Seguridad que se impondrán restricciones de un mes a los visados del personal de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), después de acusar a la entidad de tener conexiones con el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás).
Las autoridades de Israel concederán visados de corta duración al equipo de la OCHA. Se ha especificado además que el visado de Jonathan Whittall, jefe de la oficina de la OCHA en los territorios palestinos ocupados, no será extendido y «tendrá que abandonar el país con fecha 29 de julio».
Danon ha señalado que Israel «ha descubierto evidencias» de la relación entre la OCHA y Hamás, criticando al organismo por emitir reportes inexactos sobre las bajas civiles en Gaza, mencionando una corrección de 10,000 personas dos días después de un informe del 6 de mayo.
«La OCHA elabora sus informes a partir de datos de instituciones de Hamás de forma casi exclusiva. No hay verificación independiente, no hay comprobación. No distingue entre civiles y terroristas. Toda baja se incluye como baja civil en la lista», ha cuestionado Danon.
Además, Danon ha exigido que Tom Fletcher, secretario general adjunto de la OCHA, «se retracte de sus palabras de forma pública, inequívoca e inmediata» tras afirmar que «14.000 niños en Gaza iban a morir de hambre en 48 horas», declaraciones que Israel ha tildado de «falsas».
«No tenía base alguna y cuando se retractó ya el daño estaba hecho, pero Fletcher no ha retrocedido con la acusación de que Israel está cometiendo genocidio», ha continuado Danon, quien ha acusado a Fletcher de promover «una campaña política contra Israel» y ha criticado a la OCHA por socavar los esfuerzos humanitarios de Israel en Gaza.
«Cuando Israel desmantela redes terroristas y protege vidas inocentes, ¿qué está haciendo Naciones Unidas? Se agarra a su agenda política, protege sus sesgos, defiende a los organismos que hace tiempo abandonaron la neutralidad», ha añadido.
Philippe Lazzarini, jefe de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA), ha denunciado que recientemente se negó un visado a un empleado de la OCHA, agravando la «deshumanización» de Gaza y la falta de acceso para la prensa internacional.
«Desde el comienzo de la guerra, las autoridades israelíes han negado cada vez más o no han renovado los visados para el personal de la ONU», criticó Lazzarini, quien también ha visto denegada su entrada a Gaza desde marzo de 2024 y a Cisjordania desde junio de 2024. «Al personal internacional de la UNRWA no se le han concedido visados desde hace casi seis meses», destacó.