Israel realiza bombardeos sobre objetivos de Hezbolá en la región oriental de Líbano

Archivo - Columna de humo tras un bombardeo del Ejército de Israel contra Yabal al Rihan, en Líbano (archivo)Marwan Naamani/ZUMA Press Wire/d / DPA - Archivo

El martes reciente, las fuerzas militares de Israel efectuaron una serie de bombardeos sobre objetivos de Hezbolá en el este del Líbano, a pesar de un cese al fuego establecido a finales de noviembre de 2024 tras prolongados conflictos con el grupo libanés. Estos ataques se dirigieron principalmente a los «campamentos» de la Fuerza Raduán, una división de élite dentro de Hezbolá, ubicados en el valle de la Becá, donde se detectó la presencia de «terroristas y depósitos de armas utilizados por Hezbolá».

«Los campamentos militares atacados son usados por Hezbolá para realizar entrenamientos terroristas y planificar complots terroristas contra las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) y el Estado de Israel», declaró el ejército israelí en un comunicado, destacando que en estos sitios «los terroristas reciben entrenamiento con armas de fuego y el uso de diferente armamento».

La Fuerza Raduán está en un proceso de recuperación de sus capacidades tras la pérdida de sus líderes principales durante la campaña de bombardeos israelíes entre septiembre y noviembre de 2024. No se han reportado víctimas por los recientes ataques.

El ministro de Defensa de Israel, Israel Katz, ha enfatizado que estos ataques representan «un claro mensaje a la organización terrorista Hezbolá, que planea restaurar sus capacidades de ataque contra Israel a través de la Fuerza Raduán, y al Gobierno libanés, responsable de mantener el acuerdo (de alto el fuego)». «Atacaremos a cualquier terrorista y desarticularemos cualquier amenaza a los residentes en el norte y en el Estado de Israel y responderemos con la máxima fuerza contra cualquier intento (de Hezbolá) para restaurar sus capacidades», concluyó Katz en un comunicado tras el inicio de los ataques.

Las autoridades israelíes sostienen que estos ataques son una respuesta a las actividades de Hezbolá y no constituyen una violación del alto el fuego acordado. Sin embargo, tanto Beirut como Hezbolá han criticado estas acciones, que también han sido condenadas por Naciones Unidas por su impacto en la estabilidad regional. El acuerdo de cese al fuego requiere que tanto Israel como Hezbolá retiren sus fuerzas del sur de Líbano, aunque Israel ha mantenido cinco posiciones en el territorio de su país vecino, lo que ha generado críticas por parte de las autoridades libanesas y Hezbolá, quienes demandan el fin de este despliegue.

Personalizar cookies