El Ejecutivo israelí ha establecido una normativa que impide que el Comité Internacional de la Cruz Roja visite a los prisioneros palestinos en Israel clasificados bajo la nueva categoría de «combatientes ilegales». Esta medida se justifica por considerar que estas visitas podrían perjudicar la «seguridad» nacional, aunque no se han proporcionado más detalles sobre su extensión.
El ministro de Defensa de Israel, Israel Katz, ha declarado que «las opiniones presentadas no dejan duda alguna de que las visitas de representantes del CICR a terroristas en prisiones dañaría gravemente la seguridad del Estado», y en consecuencia, ha emitido una orden que prohíbe estas intervenciones.
«La seguridad del Estado y nuestros ciudadanos es lo primero», afirmó Katz al referirse a la disposición, que afectará a un número considerable de detenidos que figuran en una lista «confidencial» relacionada con la orden, aunque no se ha revelado la identidad de los individuos implicados.
