El ejecutivo israelí ha comunicado este jueves que los activistas de la Global Sumud Flotilla están siendo trasladados de manera «segura» hacia Israel con el objetivo de proceder a su deportación. Este traslado se produce tras la intercepción de los barcos en aguas internacionales, donde se intentaba entregar ayuda humanitaria a la Franja de Gaza.
«Los pasajeros de la Hamás-Sumud están en camino de forma segura y pacífica a Israel, donde se iniciarán los procesos para su deportación a Europa», expresó el Ministerio de Exteriores israelí en la red social X, asegurando además que todos «se encuentran bien» tras la intercepción de sus embarcaciones.
La Global Sumud Flotilla ha denunciado recientemente el inicio de las interceptaciones por parte del Ejército de Israel, antes de afirmar que las comunicaciones y las transmisiones en directo fueron «cortadas» por las tropas israelíes antes de abordar las embarcaciones.
«Es un ataque ilegal contra activistas desarmados. Pedimos a todos los gobiernos e instituciones internacionales que reclamen que se garantice su seguridad y su liberación inmediata», declararon desde la Flotilla a Gaza en Instagram, instando a «desafiar la normalidad genocida con desobediencia civil». «Detengan el genocidio», concluyeron.
Reacción del Gobierno español
El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, ha defendido este jueves que los españoles que viajaban a bordo de la Global Sumud Flotilla y que han sido «retenidos» por Israel deberían ser liberados inmediatamente y no se les debería acusar de nada ya que no representaban ninguna amenaza.
En declaraciones a ‘La Hora de la 1’, recogidas por Europa Press, el ministro ha informado de que, además de los contactos que ya ha habido en las últimas horas con el Ministerio de Exteriores israelí, también se ha convocado a la encargada de negocios israelí en España, Dana Erlich, para trasladar el rechazo del Gobierno por lo ocurrido y reclamar su liberación.
Según ha explicado el ministro, por el momento no disponen de datos concretos sobre el número de españoles que ya han sido interceptados -a bordo viajan 65 españoles– pero sí tienen constancia de que un primer grupo ya ha llegado a puerto, hacia donde se dirige el cónsul y el encargado de Interior de la Embajada, junto con otro guardia civil, para poder prestarles atención consular.
Albares ha insistido en que los miembros de la flotilla «no representaban ninguna amenaza ni tenían ningún ánimo de hostigamiento, de realizar cualquier tipo de acción ilegal y por lo tanto entiendo que no se les debe de acusar absolutamente de nada» ya que se trata de «ciudadanos españoles pacíficos y solidarios».
En este sentido, ha recalcado que su prioridad ahora es que puedan recuperar la libertad de movimientos que no deberían haber perdido «lo antes posible», ya que ejercían su derecho de paso inocente en aguas internacionales, y puedan regresar a España «inmediatamente». «No voy a aceptar ninguna acusación injusta e infudada hacia ellos», ha recalcado.
Advertencia y asalto
En el día de ayer, tras una advertencia radiofónica del Ejército de Israel pidiendo a los navegantes de la flotilla que cambiaran de rumbo, se procedía al asalto de los barcos. Los activistas ya habían rechazado días atrás la sugerencia de Israel de dirigirse a puertos israelíes para entregar la ayuda, que luego sería enviada a Gaza, enclave palestino bajo una intensa ofensiva militar israelí desde el 7 de octubre de 2023 y que sufre un estricto bloqueo que ha impuesto severas restricciones en la entrada y distribución de ayuda humanitaria.
La ofensiva sobre Gaza ha provocado la muerte de más de 66.100 palestinos, de los cuales 455, incluidos 151 niños, han fallecido por hambre y desnutrición, según reportan las autoridades de Gaza controladas por Hamás, en un contexto de críticas internacionales hacia las acciones del Ejército de Israel, especialmente por el bloqueo a la entrega de ayuda, que ha llevado a declarar al norte de Gaza como zona de hambruna.