James Comey, quien fuera director del FBI y destituido por Donald Trump, ha rechazado las imputaciones de perjurio y obstrucción al Congreso ante un tribunal en Virginia. Estos cargos, presentados el mes pasado por un gran jurado, podrían llevarle a enfrentar hasta cinco años de prisión.
El juez de distrito Michael Nachmanoff le ha explicado a Comey los cargos y derechos constitucionales durante la audiencia, mientras se espera que en enero comience el juicio, según reportes de CNN.
En la audiencia, el defensor de Comey ha insistido en que Donald Trump es el impulsor principal de estas acusaciones. Comey ha mantenido una postura firme, negando las acusaciones y criticando su base política.
Los cargos se originan de una sesión en el Congreso en 2020, donde Comey habría negado su vinculación con la filtración de datos sobre los supuestos vínculos entre Trump y el gobierno ruso, afirmación que la fiscalía, liderada por la abogada Lindsey Halligan, excolaboradora de Trump, pone en duda.
Trump no ha dudado en descalificar a Comey, llamándolo ‘policía corrupto’ y previamente había instado a la fiscal general, Pam Bondi, a tomar medidas contra sus adversarios políticos, incluyendo al exdirector del FBI.