El comandante de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), la milicia kurdo-árabe liderada por Mazloum Abdi, ha vuelto a llamar a un “diálogo” para consolidar “una Siria democrática y descentralizada”, coincidiendo con las conmemoraciones por el primer aniversario del derrumbe del régimen de Bashar al Assad, tras la ofensiva lanzada por yihadistas y grupos rebeldes encabezados por Hayat Tahrir al Sham (HTS).
“Hace un año, Siria entró en una nueva fase con la caída del antiguo régimen, un momento crucial del que estamos orgullosos y que puso fin a décadas de tiranía y división”, ha señalado Abdi, que ha trasladado su felicitación a la ciudadanía “por este aniversario, que afirma su voluntad de construir un futuro basado en la justicia, la estabilidad, la asociación y la protección de los derechos de todos sus integrantes”.
El dirigente kurdo ha recalcado que “la actual etapa impone a todos una responsabilidad nacional compartida y un diálogo exhaustivo que ponga el interés de los sirios por encima de todas las consideraciones”, reiterando además su “compromiso inquebrantable” con el pacto sellado en marzo con las autoridades centrales.
En un mensaje publicado en su cuenta de la red social X, Abdi ha puesto en valor que este entendimiento, rubricado por él y por el actual presidente de transición, Ahmed al Shara, constituye “la base para la construcción de una Siria democrática y descentralizada, a través de la voluntad de su pueblo y fortificada por los valores de la libertad, la justicia y la igualdad”.
El acuerdo del 10 de marzo contemplaba la reincorporación de todas las estructuras civiles y militares de las zonas autónomas kurdas —entre ellas las FDS— bajo la autoridad del Estado central, además de un alto el fuego de alcance nacional. Sin embargo, las discrepancias sobre el mecanismo de integración han bloqueado hasta ahora su aplicación práctica.
Desde el inicio del proceso, las FDS han defendido que sus efectivos se integren como una sola fuerza cohesionada, mientras que el equipo de Al Shara, antiguo máximo responsable de HTS, apuesta por absorber a los combatientes kurdos de forma individual y repartirlos en distintas unidades de las renovadas Fuerzas Armadas.
En este mismo contexto, las FDS han difundido un comunicado en X en el que felicitan al conjunto de la población siria, y en particular a la minoría kurda, por el primer aniversario del colapso del régimen de Al Assad, “que arrastró al país al desastre, perpetuó la tiranía y practicó las formas más atroces de violencia contra los sirios durante muchas décadas”.
La organización ha recordado que, en 2012, las autoridades kurdas pusieron en marcha “una administración civil democrática” tras expulsar a las fuerzas de Al Assad de la región de Rojava, lo que “supuso un modelo único de organización de la sociedad y prestación de servicios en paralelo”.
“Fueron creadas las Fuerzas de Protección Popular, luego transformadas en las FDS, que proporcionaron miles de mártires en las batallas por la liberación y la defensa, y se convirtieron en la fuerza más eficaz y profesional en la lucha contra el terrorismo”, han rememorado, subrayando también su cooperación con la coalición internacional contra Estado Islámico liderada por Estados Unidos.
LAS FDS PIDEN “NO REPRODUCIR LA MENTALIDAD” DEL RÉGIMEN DE AL ASSAD
En su nota, las FDS subrayan que “lo logrado fue producto de la legitimidad derivada de la resistencia y la firmeza del pueblo”, así como de los “sacrificios” realizados frente al grupo yihadista. “Eso es lo que hoy da a nuestras fuerzas su estatus, papel y responsabilidad en el mantenimiento de la seguridad y la estabilidad”, han enfatizado.
Han destacado igualmente que “la expulsión del régimen baazista de las regiones del norte y el este de Siria en los primeros años de la revolución constituyó un golpe estratégico que quebró su influencia, privó a su sistema de seguridad de sus recursos más importantes y debilitó su capacidad para continuar con sus crímenes”, al tiempo que advierten de que ello implicó también “la caída de una mentalidad basada en monopolizar el poder e ignorar la voluntad popular”.
“Reproducir esta mentalidad en cualquier forma significará que Siria volverá a la misma tragedia por la que el pueblo pagó al alto precio”, han alertado, denunciando que “algunas parte sen el poder o cercanos a él siguen usando el lenguaje de la incitación y el odio, tratando de reciclar el mismo discurso de división”.
Por este motivo, insisten en que estos discursos “ya no son aceptables y no pueden ser la base para construir una nueva patria”. “Más bien, es una continuación directa de la mentalidad del régimen que ha caído y no volverá”, recalcan, antes de remarcar que la caída de Al Assad “es una oportunidad histórica para todos los sirios para reconstruir su patria sobre nuevas bases”.
Según las FDS, “la siguiente etapa requiere lanzar un diálogo nacional verdadero e integral, alejado de la exclusión y la exclusividad, establecer un nuevo contrato social que garantice los derechos, las libertades y la igualdad, y cortar el regreso de la tiranía de una vez por todas”, al tiempo que confirman que seguirán siendo la principal fuerza de protección de la población durante “esta delicada etapa”.
“El futuro de Siria comienza hoy, superando la mentalidad del antiguo régimen, con todas sus herramientas y métodos, y construyendo una nueva Siria basada en la libertad, la justicia y la asociación”, concluyen, reclamando asimismo “un Estado digno de los sacrificios de los mártires y la firmeza de millones de sirios”.
