El mandatario angoleño, Joao Lourenço, ha condenado enérgicamente los actos violentos que se han producido recientemente durante las manifestaciones ocasionadas por una huelga de taxistas, quienes protestaban por el incremento en los precios del combustible. A pesar de ello, ha justificado las acciones de las fuerzas del orden.
Claramente, las fuerzas del orden actuaron dentro del marco de sus funciones y, por lo tanto, el orden se restableció rápidamente y la vida volvió a la normalidad. No obstante, las consecuencias de los actos perpetrados por ciudadanos irresponsables, manipulados por organizaciones antipatrióticas (…), han provocado luto, la destrucción de bienes públicos y privados (…), afirmó Lourenço, quien también condenó enérgicamente estos actos criminales y lamentó la pérdida de vidas humanas, enviando sus más sinceras condolencias a los deudos.
A principios de esta semana, durante aproximadamente dos días, el país vivió momentos de angustia debido a los disturbios ocurridos, cuyo epicentro fue la ciudad de Luanda. Las huelgas y manifestaciones son derechos ciudadanos consagrados en la Constitución cuando se realizan únicamente con el fin de exigir derechos o protestar, explicó el presidente. Sin embargo, denunció actos de violencia y destrucción que comenzaron el lunes, destacando ataques a la propiedad y coacciones hacia la población.
El presidente reconoció que persisten desafíos sociales importantes y aseguró que el gobierno está invirtiendo en áreas críticas como salud y educación. Anunció, además, próximas medidas de apoyo a las empresas afectadas por la ola de vandalismo, para recuperar sus operaciones y proteger empleos en riesgo.
NUEVO BALANCE ACTUALIZADO DE VÍCTIMAS
Según Mateus Rodrigues, portavoz policial, los disturbios han dejado un saldo de 30 muertos y 277 heridos, incluyendo 110 agentes. Además, se han detenido a 1.515 individuos y numerosos locales y vehículos han resultado dañados, concentrándose los mayores destrozos en Luanda.
El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos ha solicitado a las autoridades que investiguen las muertes y violaciones de derechos humanos, y ha pedido a las fuerzas de seguridad que eviten el uso desproporcionado de la fuerza.