En su intervención en la Asamblea General de la ONU, el presidente libanés, Joseph Aoun, ha demandado la terminación «inmediata» de los ataques por parte de Israel y la evacuación de sus fuerzas armadas del Líbano, describiendo estas acciones como «enormes cargas» para Beirut. En su discurso, Aoun ha defendido el sistema político del país, que distribuye el poder entre las diferentes comunidades religiosas desde la independencia de Líbano.
«Me presento ante ustedes ahora, hablando de paz, desarrollo y Derechos Humanos mientras algunos de mis compatriotas son asesinados, zonas de nuestro territorio están ocupadas (y) mi país y mi pueblo se debaten entre la vida y la muerte», expresó, subrayando la «persistente inestabilidad» en la frontera sur del país.
Aoun ha reiterado la exigencia de detener los ataques israelíes, retirar la ocupación de su territorio, liberar a los prisioneros y aplicar completamente la Resolución 1701. Recordó el acuerdo de alto el fuego con Israel negociado en noviembre de 2024 y el papel mediador de Francia y Estados Unidos. A pesar del acuerdo, denunció que los ataques israelíes continúan, justificados por la presencia del grupo Hezbolá, lo cual consideran una infracción del acuerdo.
Destacó también que Líbano ha aceptado la propuesta del enviado estadounidense, Tom Barrack, que incluye un plan para el desarme de Hezbolá, y enfatizó: «Esto es todo lo que Líbano pide». Aoun aprovechó para defender el sistema político de Líbano, crucial tanto para la región como para el mundo, y subrayó la coexistencia de cristianos y musulmanes en el país.
Finalmente, Aoun mencionó la necesidad de apoyar a los palestinos, instando al «cese inmediato de las atrocidades en Gaza» y a reactivar un proceso político que conduzca a una solución duradera y justa basada en la coexistencia pacífica de dos Estados.
