La Alta Representante de la Unión Europea para Política Exterior, Kaja Kallas, ha admitido este sábado que una parte de las críticas formuladas por Estados Unidos contra los países europeos en su reciente doctrina exterior son “ciertas” y ha reiterado que “Europa ha subestimado su propio poder frente a Rusia”.
“Hay muchas críticas, pero creo que algunas son ciertas. Europa (…) ha subestimado su propio poder frente a Rusia. Deberíamos tener más confianza en nosotros mismos”, ha subrayado Kallas durante un debate celebrado en el marco del Foro de Doha, en la capital de Qatar, donde ha defendido la necesidad de reforzar la seguridad y la autonomía estratégica del bloque europeo.
En su intervención, Kallas ha remarcado igualmente que a “Estados Unidos también le interesa que Europa perdure y que sigamos siendo aliados”. “No siempre hemos coincidido en diferentes temas, pero creo que el principio general sigue vigente. Somos los mayores aliados y debemos mantenernos unidos”, ha reiterado al responder a las preguntas de la periodista estadounidense Christiane Amanpour sobre el futuro de la relación transatlántica.
La nueva doctrina exterior de la Administración Trump sostiene que Europa se enfrenta a un “borrado” de la “civilización europea” como resultado de sus políticas migratorias, de la baja natalidad y de la erosión de las identidades nacionales. “Si las tendencias actuales continúan, el continente será irreconocible en 20 años o menos”, reza el texto, en el que se dibuja un escenario de fuerte transformación demográfica y cultural en el continente europeo.
El documento también apunta que “algunos responsables europeos” muestran “expectativas poco realistas” sobre la guerra en Ucrania y sitúa como prioridad el restablecimiento de los lazos estratégicos con Rusia, con el objetivo de revertir el actual alejamiento entre Europa y Rusia que, a juicio de Washington, ejemplifica la “falta de autoestima” que atraviesa ahora Europa en el plano geopolítico.
“Queremos que Europa siga siendo europea, que recupere su confianza a nivel civilizacional y que abandone su fallido enfoque en de asfixia regulatoria”, señala el texto, que añade que “la gran mayoría de los europeos desea la paz”, si bien esto “no se traduce en políticas en gran medida debido a la subversión de los procesos democráticos por parte de esos gobiernos”.