La Alta Representante de la Unión Europea para Política Exterior, Kaja Kallas, ha rechazado este martes las acusaciones lanzadas por Estados Unidos en su Estrategia de Seguridad Nacional, en la que Washington responsabiliza a la UE de formar parte de los «problemas» del continente por «socavar la libertad y la soberanía políticas». La jefa de la diplomacia europea ha replicado que tales reproches son «ridículas» y ha defendido que en Europa se garantizan plenamente las libertades.
“Sabemos que es ridículo. No es cierto lo que están diciendo sobre la Unión Europea. Vengo de un país que no tenía prensa libre, no tenía libertades. Sé de lo que hablo. Conozco la diferencia y puedo decir que Europa es muy libre y muy liberal”, ha subrayado Kallas ante la comisión de Exteriores del Parlamento Europeo, recordando su experiencia personal en un Estado que vivió sin derechos fundamentales.
Ante los eurodiputados, la responsable comunitaria ha evitado entrar en un choque frontal con Washington y ha remarcado que el documento que fija las prioridades de la política exterior estadounidense pretende provocar una confrontación con Europa y convertirse en foco mediático. Ha insistido en que la UE debe responder con serenidad y seguridad en sus propios valores.
“Creo que debemos estar seguros de nosotros mismos. Sabemos que esas cosas no son verdad. Los problemas que aparecen en la estrategia de seguridad nacional no son peores en Europa que en Estados Unidos”, ha señalado, defendiendo que la Unión debe actuar con confianza, “mantener la calma” y continuar marcando su propio rumbo estratégico.
La ex primera ministra estonia ha advertido de que las controversias generadas desde Washington alimentan fracturas tanto entre los socios euroatlánticos como dentro de la propia UE, por lo que ha optado por no profundizar en la Estrategia de Seguridad Nacional estadounidense para no otorgar más “entidad” a ese texto.
El análisis del Departamento de Estado refleja la visión ideológica del presidente norteamericano, Donald Trump, y sostiene que Europa tiene que “recuperar su autoestima como civilización” y “abandone su enfoque fallido a favor de la asfixia de las regulaciones”. Además, el documento acusa a “responsables europeos” de mantener “expectativas irreales sobre la guerra” y de estar alejados de la ciudadanía, al permanecer “encaramados en gobiernos en minoría, muchos de los cuales pisotean los principios básicos de la democracia para reprimir a la oposición”.
Hasta ahora, solo el presidente del Consejo Europeo, António Costa, ha respondido de forma directa al duro texto de Washington. En un discurso, recordó que entre aliados no se lanzan amenazas de injerencia en la vida democrática interna y apeló a que la Unión Europea asuma que las alianzas “ya no son las mismas” que en el pasado y refuerce su propia solidez política.
SIN EUROPA NO FUNCIONARÁ UN PLAN DE PAZ
En pleno intento de avanzar hacia el final de la guerra en Ucrania, Kallas ha reiterado la necesidad de mantener la presión sobre Rusia, al considerar que Kiev ya está aceptando importantes «concesiones» mientras que Moscú no muestra voluntad real de alcanzar un acuerdo.
“Desde ese punto de partida, solo puede empeorar. Por eso hemos mantenido esta postura tan clara de que no debemos caer en esas trampas”, ha explicado, insistiendo en que la UE debe confiar en su capacidad y reforzar su papel en las negociaciones, partiendo de la premisa de que “para que cualquier plan de paz funcione, se necesita a los europeos”.
Según la Alta Representante, “uno puede acordar lo que sea” pero, si los europeos y los ucranianos no respaldan el pacto para poner fin a la invasión rusa, “simplemente no funcionará”. Por este motivo, sostiene que la Unión Europea dispone de “influencia” en el proceso y está en condiciones de “plantear exigencias a Rusia”.











