El primer ministro de Sudán, Kamil Idris, ha anunciado la designación de cinco nuevos ministros para su gobierno de esperanza, confirmando además a dos ex líderes de grupos rebeldes, signatarios del acuerdo de paz de 2020, en importantes carteras ministeriales, en medio de advertencias sobre posibles incumplimientos de estas asignaciones tras su compromiso de formar un gabinete de tecnócratas.
Kamil ha confirmado que Yibril Ibrahim, del Movimiento Justicia e Igualdad (JEM), continuará al mando de Finanzas y Mohamed Kortikela Salé, del Movimiento de Liberación de Pueblo de Sudán-Norte (SPLM-N), seguirá como ministro de Desarrollo Rural. Ambos han ocupado estos cargos desde la firma del histórico acuerdo de paz de Yuba en 2020, lo que ha generado incertidumbre sobre la estabilidad del pacto y la continuidad de estos grupos en el gobierno.
Idris también ha nombrado a Abdulá Mohamed Daraf como ministro de Justicia, a Mahasin Alí Yaqub en la cartera de Industria y a Bashir Harun Abdulkarim como ministro de Asuntos Religiosos, según informó la agencia estatal de noticias de Sudán, SUNA.
Estos nombramientos se suman a los ya anunciados la semana pasada en las carteras de Interior, Defensa, Agricultura, Educación Superior y Salud, como parte de la promesa de Idris de establecer un gobierno de esperanza con 22 carteras, compuesto por tecnócratas para ayudar a estabilizar al país en medio de conflictos entre el Ejército y las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF).
El Consejo Noruego para los Refugiados (NRC) ha advertido sobre una crisis humanitaria inminente en Darfur, con un aumento del número de desplazados en la región y un brote de cólera que amenaza la ciudad de Tauila. Shashwat Saraf, director del NRC en Sudán, ha descrito la grave situación en Tauila, donde las condiciones de vida se deterioran rápidamente y ha instado a una acción mundial urgente para prevenir una tragedia mayor antes de que la situación se torne incontrolable.
Desde abril de 2023, la guerra en Sudán ha exacerbado la crisis humanitaria, convirtiendo al país en la mayor crisis de desplazados del mundo tras la fallida integración de las RSF en el ejército nacional.