El presidente electo de Chile, José Antonio Kast, ha comunicado este martes desde Buenos Aires que ha trasladado a varios gobiernos latinoamericanos la idea de poner en marcha un corredor humanitario para facilitar la devolución de migrantes irregulares a sus países de procedencia, con especial atención a los que se dirigen a Venezuela.
“Necesitamos una coordinación para abrir un corredor humanitario de devolución de estas personas a sus respectivos países. Hemos encontrado muy buena acogida en conversaciones que he podido tener con distintos países de Sudamérica”, ha señalado en declaraciones a la prensa desde la capital argentina.
Durante su visita oficial, Kast se ha reunido con el presidente argentino, Javier Milei, y ha detallado que ya ha conversado sobre esta propuesta con los mandatarios de Panamá, Costa Rica, El Salvador, Perú y Ecuador, que comparten la visión de que “la situación que se vive en Venezuela es inaceptable”.
“Yo apoyo cualquier situación que termine con una dictadura, una narco-dictadura. Nosotros claramente no podemos intervenir en eso porque somos un país pequeño, pero somos víctimas del terror que implica tener una dictadura”, ha afirmado, aludiendo a las operaciones de Estados Unidos contra narcolanchas en el Caribe.
El presidente electo ha descrito además el impacto de la llegada masiva de extranjeros y ha indicado que cuando un país “recibe una inmigración (irregular) que sobrepasa el 11 o el 12 por ciento de población migrante” se generan efectos muy negativos tanto para la población local como para los propios migrantes.
En esta línea, ha vinculado el incremento de la migración irregular, en particular desde Venezuela, a la percepción de que Chile “estaba económicamente más estable, tenía un sistema de salud razonable, un sistema educacional bastante bueno”, además de “capacidad de viviendas y seguridad”.
“Nosotros no tenemos ningún problema en recibir a las personas que se van a trabajar con un contrato estable, que se identifican en la frontera, pero esta inmigración hoy día nos tiene con más de 300.000 personas de los más de dos millones de migrantes en situación irregular”, ha explicado.
Kast ha remarcado que su futura Administración “van a respetar la ley y las normas establecidas”. “La transparencia es absolutamente necesaria y eso es lo que ha demostrado la autoridad Contralora al develar que un número no menor de miles de personas abusaban del sistema de salud, tomaban una licencia que la pagaban todos los chilenos y se iban de vacaciones”, ha asegurado, en referencia a los casos detectados de uso fraudulento del sistema sanitario.