Kim Jong Un, líder de Corea del Norte, ha confirmado su respaldo incondicional a los intereses de China tras finalizar su primer viaje a este país en seis años, donde ha reafirmado los fuertes lazos con su par chino, Xi Jinping.
«Los sentimientos de amistad entre la República Popular Democrática de Corea (RPDC) y China no pueden cambiar independientemente de cómo evolucione la situación internacional, y (…) es la voluntad inquebrantable del Partido del Trabajo de Corea y del Gobierno de la RPDC desarrollar de manera constante las relaciones entre la RPDC y China», declaró en una reunión reportada por la agencia KCNA.
En su encuentro, Kim subrayó que Pyongyang «seguirá apoyando y alentando, como siempre, la postura y los esfuerzos del Partido Comunista de China y del Gobierno de la República Popular China para defender la soberanía, la integridad territorial y los intereses de desarrollo del Estado».
Kim también ha alabado a Xi por su «crucial» papel en la defensa de la paz mundial y su «importante posición e influencia internacionales».
Xi, por su parte, ha enfatizado la necesidad de fortalecer la cooperación «estratégica» con Corea del Norte y «proteger los intereses comunes», mostrando su disposición a cooperar estrechamente para «mantener la paz y la estabilidad» frente a la creciente tensión en la península coreana.
En su primer encuentro en casi siete años, Xi ha remarcado que China y Corea del Norte son «grandes vecinos, buenos amigos y buenos camaradas, que comparten un destino común y se ofrecen ayuda mutua». «La amistad entre ambos es larga. Somos dos países socialistas liderados por un partido comunista que comparte ideas, creencias y objetivos comunes», informó la agencia Xinhua.
Xi ha celebrado la presencia de Kim en las conmemoraciones del 80 aniversario de la victoria china sobre Japón y «frente al fascismo», destacando su compromiso de «salvaguardar los resultados de la Segunda Guerra Mundial y abrazar unas relaciones amistosas».
Finalmente, Xi ha felicitado al Partido de los Trabajadores de Corea y ha subrayado la importancia de la «modernización» para alcanzar los «objetivos del socialismo». «Nuestra postura no va a cambiar independientemente de cómo evolucione la situación a nivel internacional. China es, y siempre será, un apoyo para Corea del Norte a la hora de encontrar su camino», aclaró.
«Ante unos desafíos globales sin precedentes, he propuesto construir una comunidad con un futuro compartido para la humanidad que gire en torno a los conceptos del desarrollo, la seguridad global y la gobernanza común», concluyó.