El Kremlin ha recibido con optimismo el gesto de acercamiento de Sanae Takaichi, recién nombrada primera ministra de Japón, en un contexto donde el diálogo entre ambos países está seriamente deteriorado, principalmente debido a las sanciones impuestas por Japón a Moscú a raíz del conflicto en Ucrania, lo que ha impedido la firma de un tratado de paz que ponga fin a décadas de hostilidades.
Desde el final de la Segunda Guerra Mundial, Moscú y Tokio han intentado sin éxito cerrar un acuerdo debido a disputas territoriales sobre las islas Kuriles, conocidas en Japón como los Territorios del Norte. Estas incluyen Etorofu, Kunashiri, Shikotán y las Jabomai, cuya soberanía reclama Japón. Estas diferencias han bloqueado cualquier posibilidad de acuerdo.
A pesar de que la situación se ha complicado aún más tras el apoyo de Japón a las sanciones internacionales por la invasión rusa de Ucrania, Takaichi ha mostrado su disposición a finalizar las negociaciones del tratado.
En respuesta, Dimitri Peskov, portavoz del Kremlin, ha saludado «con satisfacción» estas declaraciones, viéndolas como una oportunidad para reestablecer unas relaciones actualmente «rotas» debido a la «muy hostil» actitud de Japón hacia la Federación Rusa. «Debido a la postura adoptada por anteriores gobiernos japoneses en los últimos años, el diálogo bilateral se ha visto prácticamente truncado», afirmó Peskov, destacando que las palabras de la nueva líder japonesa «han sido muy bienvenidas», según recoge la agencia rusa TASS.














