Desde Rusia, se ha señalado a «una profunda crisis política» en Ucrania tras la renuncia de Andri Yermak, quien es una figura clave en el gobierno de Volodimir Zelenski. Yermak dejó su cargo el viernes después de que las autoridades anticorrupción realizaran registros en su residencia.
«En Kiev se están produciendo acontecimientos que indican una profunda crisis política, desencadenada por escándalos de corrupción», declaró Dimitri Peskov, portavoz del Kremlin, cuyas palabras fueron recogidas por la agencia de noticias rusa TASS.
Peskov también comentó que «la corrupción ha estado y sigue estando asociada al dinero que estadounidenses y europeos han aportado a la guerra». Además, planteó dudas sobre el futuro de la administración de Kiev ante la posibilidad de que «tanto Estados Unidos como los países europeos probablemente se pregunten qué pasará mañana con el régimen de Kiev».
La salida de Yermak se produjo poco después de revelarse un escándalo relacionado con el sector energético, en una operación conocida como ‘Midas’, donde también se registró la sede de Energoatom, la empresa estatal de energía atómica.