La junta militar que controla Birmania desde el golpe de Estado de febrero de 2021 ha comunicado este miércoles que más de 200 ciudadanos han sido encausados por supuestamente "sabotear" el proceso electoral que comenzará el próximo 28 de diciembre.
Estas imputaciones se enmarcan en la nueva Ley de Protección Electoral, aprobada hace apenas unos meses, y tienen como objetivo frenar a las voces disidentes y a quienes rechazan unos comicios que consideran "injustos y poco transparentes" mientras el país continúa inmerso en un conflicto armado.
"Un total de 229 están siendo imputadas por tratar de sabotear el proceso electoral", ha detallado el ministro del Interior de la junta birmana, Tun Naung, según informaciones del diario ‘The New Light of Myanmar’.
Organizaciones de defensa de los Derechos Humanos llevan meses denunciando este tipo de medidas y han advertido de que "algunas personas que critican las elecciones están siendo silenciadas por la junta", en especial quienes distribuyen panfletos para promover el boicot y la movilización contra la cita con las urnas.
En agosto, las autoridades castrenses fijaron finalmente la fecha electoral para finales de diciembre, después de más de un año de aplazamientos, y anunciaron que el proceso se desarrollará en varias fases. Entonces, la Comisión Electoral de la Unión aseguró que los comicios servirán para elegir la composición del Parlamento y de las administraciones locales de forma "democrática", una afirmación muy cuestionada por la oposición.
Los grupos disidentes siguen acusando al Ejército de violaciones y abusos contra la población y sostienen que la convocatoria será un "fraude" que únicamente pretende "mantener en el poder" a la élite militar que gobierna actualmente el país.