La Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) ha confirmado este lunes una “interrupción” en la fabricación a gran escala de captagon en Siria después de la caída del régimen de Bashar al Assad en diciembre de 2024, un cambio que vincula directamente con las medidas impulsadas por las nuevas autoridades de transición en el país.
En sus conclusiones preliminares, avanzadas a la espera de un informe más amplio previsto para 2026, la UNODC detalla que, desde ese momento, Damasco ha procedido a desmantelar 15 laboratorios industriales dedicados a esta droga y 13 instalaciones de almacenamiento de menor tamaño. Pese a ello, el organismo advierte de que “es probable” que continúe la producción que ya se venía detectando fuera de Siria en otros puntos de Oriente Próximo.
Según las estimaciones previas a diciembre de 2024, la capacidad diaria de producción de captagon en territorio sirio “podría haber sido de millones de tabletas”. Desde la caída de Al Assad, la UNODC ha contabilizado al menos 177 millones de comprimidos intervenidos en toda la región, equivalentes a 30 toneladas, mientras los grupos de tráfico buscan nuevas rutas, entre ellas corredores que pasan por Europa Occidental y Central y por el norte de África.
Ante este escenario, se han intensificado las iniciativas de cooperación regional frente a la fabricación y el contrabando de captagon. Como consecuencia, las operaciones de intercepción se han multiplicado a lo largo de este año, dando lugar a “varias de las mayores incautaciones” registradas hasta la fecha gracias a actuaciones coordinadas entre distintos países.
“Si bien el mercado de drogas se expandió en los últimos años (y) dividió a la región, la necesidad de actuar ahora la está uniendo. Los países están colaborando (...) Esto demuestra que la voluntad política y la cooperación internacional pueden desestabilizar incluso las economías criminales ilícitas más complejas”, ha declarado el director de operaciones de la UNODC, Bo Mathiasen.
La agencia alerta, sin embargo, de que “la continua interrupción de la fabricación y tráfico, sin embargo, podría impulsar a traficantes y consumidores de drogas hacia la metanfetamina y otras drogas sintéticas, acelerando su expansión por la región”. Por ello, subraya la importancia de un enfoque amplio que incorpore políticas de prevención y respuestas de salud pública.
En los últimos meses, las autoridades de transición sirias han desarrollado varias operaciones contra redes de narcotráfico, con el captagon como principal objetivo. Esta sustancia ha sido señalada como una de las fuentes clave de financiación del régimen de Al Assad desde el inicio del conflicto en 2011, originado por la represión de las protestas prodemocráticas surgidas al calor de la ‘Primavera Árabe’.