La Unión Europea ha endurecido este jueves las medidas contra la denominada 'flota fantasma' rusa que Moscú emplea para esquivar las restricciones europeas a la exportación de energía, incorporando 41 nuevos buques a su 'lista negra'.
Con esta decisión, el bloque comunitario pretende recortar los ingresos que alimentan la maquinaria de guerra de Rusia y refuerza una 'lista negra' que ya suma 597 embarcaciones. Estos barcos, en su mayoría petroleros, afrontan la prohibición de entrar en puertos europeos y el veto a una amplia gama de servicios vinculados al transporte marítimo.
Bruselas intensifica así la presión sobre la flota fantasma, apuntando a navíos que burlan el mecanismo de tope al precio del crudo o que sostienen el sector energético ruso, además de los implicados en el traslado de material militar de Rusia o del grano ucraniano sustraído a Ucrania.
La Comisión Europea ha celebrado esta nueva ronda de sanciones, subrayando que golpear a la flota en la sombra de Rusia “es un punto crítico” para reducir los ingresos que Rusia. “Al imponer restricciones a la flota en la sombra, la UE incrementa efectivamente los costos para Rusia, interrumpe sus operaciones marítimas y detiene sus relaciones con operadores de la UE”, ha señalado.
Bruselas alerta asimismo de que los buques sancionados representan “graves riesgos para la seguridad marítima” y para el medio ambiente, al tratarse en su mayoría de embarcaciones viejas y con coberturas de seguro muy limitadas.
Este movimiento se añade a las últimas sanciones dirigidas contra nueve empresas y particulares, entre ellos empresarios con vínculos con las petroleras estatales rusas Rosneft y Lukoil. Desde que comenzó la invasión rusa de Ucrania, la UE ha impuesto medidas punitivas a 2.600 personas y entidades, incluidas en su mayoría en las 19ª tandas de sanciones.