El actual primer ministro interino de Francia, Sébastian Lecornu, ha expresado este miércoles su optimismo respecto a alcanzar un pacto con otras fuerzas políticas para aprobar el presupuesto general antes de finalizar el año. Esta colaboración podría disminuir la posibilidad de una disolución anticipada de la Asamblea Nacional y, en consecuencia, de unas elecciones adelantadas.
Durante el comienzo de su segunda y última jornada de reuniones, Lecornu, quien presentó su renuncia de forma inesperada solo 14 horas después de anunciar el nuevo gabinete ministerial, se ha reunido con representantes de la ‘izquierda republicana’, excluyendo a La Francia Insumisa (LFI).
El exministro de Defensa busca crear una ‘plataforma de acción’ que garantice la ‘estabilidad del país’. Ha establecido como condición indispensable que el déficit público no exceda el 5% del PIB en el próximo presupuesto. En su intervención, no ha hecho mención a la reforma de las pensiones, que sigue siendo un tema de considerable tensión, especialmente con la izquierda.
El presidente Emmanuel Macron, que ha mantenido silencio sobre la crisis política actual, instó a Lecornu el lunes a hacer un último esfuerzo negociador, dándole un plazo adicional de 48 horas para las conversaciones.