El líder opositor venezolano Leopoldo López ha solicitado de manera explícita una acción militar de Estados Unidos en Venezuela, una medida que ve «completamente legítima» ante el «golpe de Estado» que, según él, llevó a cabo el presidente Nicolás Maduro en las elecciones de julio de 2024.
«Apoyamos cualquier escenario que nos ayude a transitar a la democracia», declaró López en una entrevista con Europa Press, destacando que hoy en día, la destitución de Maduro «representa el mayor punto de encuentro entre los venezolanos».
Desde el regreso de Donald Trump a la presidencia de EE. UU., la presión política y económica sobre Venezuela se ha intensificado, provocando que Maduro y otros líderes chavistas insten a la movilización popular ante una posible «invasión».
López, una figura prominente en las protestas contra el chavismo de 2014 y condenado a casi 14 años de prisión, sostiene que Maduro es un presidente «ilegítimo», lo que justificaría cualquier acción en su contra. Ha apoyado el despliegue militar estadounidense actual en la región y, ante la pregunta de si apoyaría una intervención directa, respondió afirmativamente: «sí», anticipando una «respuesta masiva» de la sociedad venezolana a cualquier iniciativa de esta magnitud.
«Así fue como se conquistó la independencia de Venezuela en América Latina. Es la historia de los pueblos que, cuando se cierran todas las puertas, los caminos para la conquista de la libertad están abiertos», argumentó López, quien llegó a España en octubre de 2020 tras pasar casi siete años encarcelado.
Además, ha eximido de responsabilidad a las autoridades estadounidenses por la muerte de venezolanos en un bombardeo a lanchas con supuestos narcotraficantes, considerando «lamentable» que haya personas involucradas con estos grupos, pero atribuyendo la «principal responsabilidad» al «régimen».
«Tal como fueron interceptados por el despliegue de los Estados Unidos, podrían ser perfectamente interceptados desde hace mucho tiempo por parte del Estado venezolano», que optaría en cambio por la «complicidad» mientras opera como una «estructura criminal».
En respuesta a las acciones de EE. UU., el gobierno de Maduro ha desplegado tropas en la frontera con Colombia y ha reclutado a numerosos milicianos, aunque según López, este llamamiento ha sido un «fracaso». No ve un riesgo de conflicto armado a pesar de la «amenaza» constante de las autoridades.
EL CARTEL DE LOS SOLES
En Venezuela «no se puede separar lo político, lo humanitario, de la estructura criminal», opinión que López relaciona con el Cartel de los Soles, una organización criminal que, según Washington, está liderada por el propio Maduro y no es una estructura paralela, sino «el Estado mismo».
Por ello, ha celebrado la resolución del Parlamento Europeo que insta a los Estados miembros de la UE a clasificar esta organización como terrorista, una medida ya adoptada por la Administración Trump, y espera que el debate se extienda a los parlamentos nacionales, incluido el de España.
López ha recordado que España conoce por su propia historia que «los dictadores se aferran al poder» y señala a Venezuela como un punto de salida de drogas hacia España. Afirma que no se debe «legitimar la dictadura» y que es momento de cortar relaciones tanto políticas como económicas.
El llamamiento también se dirige a las empresas, incluidas las grandes petroleras, bajo el argumento de que una Venezuela «libre y democrática» ofrecería «más estabilidad, crecimiento y oportunidades». «Nadie va a invertir en un país donde no hay Estado de derecho», añadió.
CONTRA LOS OPOSITORES QUE SE CONFORMAN CON «MIGAJAS»
La oposición estima que hay más de 900 presos políticos en Venezuela, además de figuras públicas como López, que viven en el exilio bajo amenaza de arresto si regresan. En la misma situación se encuentra el excandidato presidencial, Edmundo González, también asilado en España.
López considera a González «el presidente constitucional de Venezuela», ya que las actas recogidas por la oposición muestran que obtuvo más del 70 por ciento de los votos en las elecciones de 2024. «Representa la legalidad, la legitimidad y la esperanza de esa transición democrática estable», enfatizó.
En cuanto a María Corina Machado, la candidata inicial de la oposición en las últimas elecciones, López la sigue considerando «sin duda alguna» como la principal referente de la disidencia. A diferencia de otros opositores como Henrique Capriles, que ha optado por «bailar la partitura que canta la dictadura», una posición «a medida» que se conforma con las «migajas» ofrecidas por el Gobierno, López ve esto como algo «poco digno» y sin «impacto en la aspiración colectiva de la inmensa mayoría de los venezolanos».