En un gesto de acercamiento hacia El Vaticano y en celebración anticipada del Jubileo 2025, el presidente bielorruso Alexander Lukashenko ha ordenado la excarcelación de dos sacerdotes católicos, acusados previamente de crímenes de estado. Los clérigos, Henryk Akalotovich y Andrzej Yuchniewicz, pertenecientes a la minoría polaca de Bielorrusia, habían recibido condenas de once y trece años por traición, respectivamente.
Esta acción de Lukashenko se presenta según la agencia estatal BelTA como un gesto de buena voluntad, influido también por la visita del cardenal Claudio Gudgeroc, Alto Representante del Papa León XIV, que tuvo lugar en octubre de este año y que parece haber jugado un papel decisivo en esta decisión.
La comunidad católica en Bielorrusia ha expresado su regocijo por esta liberación, interpretándola como una señal de la mejora en las relaciones entre el país y El Vaticano. El padre Yuri Yasevich, portavoz de la Iglesia Católica bielorrusa, ha subrayado la importancia de la visita del cardenal Gudgeroc para esta decisión, destacando que fue clave para persuadir a Lukashenko de actuar con “misericordia y respeto hacia el Papa”.
“Gracias al jefe de Estado y a los representantes de la Santa Sede, se mantiene la dinámica positiva de las relaciones bilaterales, basadas en valores tradicionales, fraternidad, tolerancia religiosa y respeto a los creyentes”, indicó el comunicado oficial.
