El presidente de Filipinas, Ferdinand Marcos Jr, ha emitido una advertencia acerca de las recientes protestas desencadenadas por un escándalo de corrupción, sugiriendo que podrían evolucionar hacia episodios violentos similares a los ocurridos en Indonesia y Nepal, a menos que se tomen medidas contra los participantes no pacíficos.
Marcos Jr ha expresado su comprensión hacia la indignación popular, admitiendo que si no ocupara la presidencia, él mismo se uniría a las manifestaciones. “Claro que están enfadados. Yo estoy enfadado. Todos deberíamos estar enfadados, porque lo que está pasando no está bien”, declaró desde su residencia oficial.
El escándalo actual involucra malversaciones en la administración de fondos públicos destinados a la prevención de inundaciones, con sobornos a congresistas para favorecer a ciertas empresas constructoras. Un reporte del Congreso ha revelado anomalías que alcanzan los 500.000 millones de pesos filipinos (7.400 millones de euros). “Ahora que ya lo sabe el público, ¿les culpas por salir a las calles?”, cuestionó el presidente, según informa el diario ‘Phil Star’.
Marcos Jr ha alentado al pueblo a protestar, pero con la advertencia de que la policía intervendrá ante cualquier signo de violencia. Aunque las protestas han sido modestas hasta ahora, se anticipa una mayor participación en los eventos próximos, incluyendo el aniversario del 21 de septiembre de la declaración de ley marcial por parte de su padre en 1972.
«Expresen su opinión. Vengan, expresen sus sentimientos a estas personas y háganles rendir cuentas por las malas acciones que han tomado», ha instado el mandatario, recordando las grandes movilizaciones que llevaron a la caída de su padre, el dictador homónimo, tras el fraude electoral de 1986 y los escándalos de corrupción.
