El líder japonés utiliza la palabra remordimiento en la conmemoración de los 80 años del término de la Segunda Guerra Mundial

El primer ministro de Japón, Shigeru Ishiba, durante la conmemoración del 80 aniversario de la rendición japoneses Europa Press/Contacto/Rodrigo Reyes Marin

En la reciente conmemoración del fin de la Segunda Guerra Mundial, el primer ministro japonés, Shigeru Ishiba, ha retomado el uso de la palabra ‘remordimiento’ para referirse a los actos cometidos por Japón durante el conflicto. Esta palabra no había sido empleada por un líder gubernamental en más de diez años. El acto ha coincidido con una protesta de Corea del Sur debido a una ofrenda que Ishiba envió al santuario de Yasukuni, donde yacen criminales de guerra.

‘Nunca más debemos repetir los horrores de la guerra. Nunca más debemos perder el rumbo’, enfatizó Ishiba en la ceremonia del 80 aniversario de la rendición japonesa en el estadio Nippon Budokan de Tokio. ‘Debemos ahora volver a guardar en lo más profundo de nuestro corazón el remordimiento y también las lecciones aprendidas de aquella guerra’, agregó.

El emperador Naruhito, junto a la emperatriz Masako, también expresó su ‘profundo remordimiento’ en la ceremonia, un sentimiento que ha manifestado en ocasiones anteriores, y expresó su deseo de que ‘los estragos de la guerra nunca más se repitan’. ‘Nuestro país disfruta hoy de paz y prosperidad gracias a los incansables esfuerzos realizados por el pueblo japonés’, declaró el emperador.

A pesar de estas declaraciones, Ishiba no profundizó en el papel de Japón durante el conflicto ni en crímenes como la esclavitud sexual de decenas de miles de niñas y mujeres durante la ocupación de Corea.

El Gobierno de Corea del Sur, por su parte, criticó duramente la decisión de Ishiba de enviar una ofrenda al santuario sintoísta de Yasukuni. Desde la visita de Shinzo Abe en 2013, ningún primer ministro ha visitado personalmente el lugar, lo que ha generado tensiones diplomáticas. En su lugar, ministros del gabinete han acudido, como este año cuando el ministro de Agricultura, Shinjiro Koizumi, visitó el santuario, apoyado por simpatizantes del partido ultraderechista Sanseito.

Lee Jae Wong, portavoz del Ministerio de Exteriores surcoreano, manifestó en nombre del Gobierno su ‘profunda decepción’ por los recientes eventos. ‘Lamentamos que los líderes japoneses hayan vuelto a enviar ofrendas y a visitar el lugar, e instamos una vez más a afrontar la historia con franqueza y a mostrar con acciones una humilde reflexión y una genuina voluntad de solucionar los problemas históricos’, señaló en una declaración oficial.

Este incidente se produce justo antes de la visita del presidente Lee Jae Myung a Tokio para reunirse con Ishiba, antes de su viaje a Washington para un encuentro con el presidente estadounidense Donald Trump.

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