El primer ministro palestino, Mohamad Mustafá, ha exigido a la comunidad internacional «pasos concretos e inmediatos» para detener la ofensiva de Israel contra la Franja de Gaza y acabar con la «política deliberada de hambre» que Israel impone a los habitantes de esta área.
Mustafá ha instado a las grandes potencias a «presionen a Israel para que permita a las agencias de Naciones Unidas entregar ayuda humanitaria vital», subrayando que Israel, en su rol de fuerza ocupante, tiene la obligación de asegurar que estas ayudas lleguen a su destino, según informaciones de la agencia palestina de noticias WAFA.
«Israel sigue usando el hambre como un arma de guerra», declaró, advirtiendo además que la comunidad internacional podría ser vista como «cómplice» de los delitos que se cometen en Gaza si persiste el silencio y la falta de acción ante la intensificación de la ofensiva israelí en las últimas semanas.
La ONG Médicos Sin Fronteras (MSF) ha señalado que los índices de desnutrición aguda en Gaza están llegando a «máximos históricos» en dos de sus centros, y ha indicado que los precios elevados han puesto los productos básicos fuera del alcance de muchos.
Según denuncias de las autoridades de Gaza, controladas por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), la ofensiva, que comenzó como respuesta a ataques el 7 de octubre de 2023, ha causado la muerte de más de 59,000 palestinos, aunque se teme que la cifra real sea aún mayor.