Decenas de agricultores griegos han vuelto a concentrarse este viernes en distintos puntos del país para denunciar el retraso en el abono de los subsidios agrícolas europeos, un problema vinculado a un escándalo de corrupción dentro del Gobierno que ha situado en el centro de la polémica al primer ministro, Kyriakos Mitsotakis.
Miles de tractores han regresado a las principales autopistas griegas, dificultando de nuevo la circulación, mientras los manifestantes insisten en aumentar la presión sobre el Ejecutivo al considerar que carecen de “garantías” sobre su futuro, según han reiterado.
En la autopista central, alrededor de 3.000 tractores se han alineado en uno de los carriles, aunque el tráfico no ha quedado completamente interrumpido, de acuerdo con la información difundida por el diario 'Kathimerini'.
“No estamos bloqueando el tráfico en esa zona”, ha afirmado un portavoz de la organización, que ha señalado además que muchos agricultores tienen previsto pasar las fiestas navideñas acampados junto a las carreteras.
Para la tarde del sábado se ha convocado una nueva concentración en el cruce de Nikaia, próximo a la ciudad de Larissa, concebida como antesala de una gran protesta nacional programada para el domingo. En estas asambleas se evaluará si es necesario intensificar aún más las movilizaciones.
Los agricultores mantienen sus acusaciones contra Mitsotakis, al que responsabilizan de haber desviado estos fondos y de cometer un “fraude” de unos 30 millones de euros en ayudas, motivo por el que llevan más de un mes manifestándose de forma continuada.