El presidente bielorruso Alexander Lukashenko ha concedido el indulto a 14 reclusos extranjeros, algunos de ellos acusados de espionaje, y ha autorizado la salida de un total de 52 personas del país. Esta acción se produce después de la visita de un enviado especial del presidente estadounidense Donald Trump a Minsk.
Lukashenko ha calificado estos 14 indultos, cuyos detalles se mantienen confidenciales, como un “gesto de buena voluntad” que se fundamenta en “principios de humanidad”, de acuerdo con lo reportado por la agencia oficial BelTA. Este movimiento responde, según el gobierno, a una solicitud directa de Trump y de otros líderes internacionales.
Adicionalmente, el presidente de Lituania, Gitanas Nauseda, ha comunicado a través de las redes sociales que “52 presos han cruzado a salvo la frontera lituana procedentes de Bielorrusia”. Nauseda ha expresado su agradecimiento “personalmente” a Trump por su mediación y ha señalado que, aunque “52 son muchos”, en las prisiones de Bielorrusia todavía permanecen “más de mil presos políticos”.
En su encuentro en Minsk, Lukashenko recibió a John Coale, representante de Estados Unidos, quien reveló el deseo de Trump de “normalizar” las relaciones entre ambos países. En este sentido, Washington ha propuesto levantar las sanciones impuestas a la aerolínea estatal Belavia y reabrir la Embajada estadounidense.
Por último, el mandatario bielorruso ha elogiado la labor mediadora de Trump, destacando su preocupación por los denominados “rehenes”, término utilizado para referirse a los estadounidenses detenidos de manera arbitraria en el extranjero. Lukashenko ha resaltado: “Ningún presidente de Estados Unidos ha hecho tantos esfuerzos ni tan grandes por garantizar la paz de todo el planeta”.