El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha reiterado este jueves que no existe justificación para un conflicto bélico en el Caribe y ha vuelto a ponerse a disposición para ejercer de intermediario entre los mandatarios de Venezuela y Estados Unidos, Nicolás Maduro y Donald Trump, respectivamente. “Todos los días vemos amenazas y estamos preocupados”, ha reconocido.
Lula ha explicado que en los últimos días ha mantenido conversaciones tanto con Maduro como con Trump y que, a partir de lo que ambos le han trasladado, considera que “es posible negociar sin guerra”, si bien apunta a que en la crisis venezolana hay intereses que van más allá de la mera salida del presidente del país.
En una rueda de prensa celebrada en el Palacio del Planalto, el dirigente brasileño ha señalado que “nunca nadie dice de manera concreta por qué es necesaria esta guerra. No sé si el interés es el petróleo de Venezuela, los minerales críticos, no sé si el interés son las tierras raras. El hecho es que nadie pone sobre la mesa lo que quiere”.
“Me preocupa lo que está por detrás porque no puede ser solo la caída de Maduro. ¿Qué otros intereses hay que no sabemos?”, se ha cuestionado Lula, quien ha relatado que ya advirtió a Trump de que no obtendría ningún beneficio “pegando tiros” en la región. “Nosotros no queremos una guerra aquí, en nuestro continente”, ha recalcado.
El jefe de Estado brasileño ha subrayado además que “estamos muy preocupados porque tenemos mucha responsabilidad en Sudamérica”. En este contexto, ha añadido que “estoy pensando en llamar al presidente Trump antes de Navidad para saber si es posible contribuir para que haya un acuerdo y no una guerra”, dejando claro su intención de seguir impulsando una salida negociada.