El Movimiento 23 de Marzo (M23), grupo rebelde activo en el este de la República Democrática del Congo (RDC), ha lanzado acusaciones contra las fuerzas aliadas del Ejército congoleño. Según el M23, estas fuerzas han perpetrado “ataques incesantes” con drones, desoyendo los términos del alto el fuego pactado recientemente y del acuerdo para mantener un mecanismo de supervisión de este cese.
Lawrence Kanyuka, portavoz del M23, ha expresado su condena “con la mayor firmeza” hacia estos actos y ha declarado que “estas agresiones violan abiertamente los acuerdos de alto el fuego”. Detalló que estos ataques incluyeron operaciones durante la madrugada del martes en Luki, en el territorio de Masisi, Kivu Norte.
“Ante esta escalada de violencia y estos crímenes contra inocentes, la Alianza Río Congo –liderada por el M23– no se contenta con denunciar estas reiteradas violaciones”, afirmó Kanyuka en la red social X. “Nuestra organización reafirma su compromiso inamovible a la hora de proteger y defender a los civiles, cobardemente atacados por las fuerzas de Kinshasa”, concluyó.
Las últimas semanas han estado marcadas por intercambios de acusaciones entre el M23 y las autoridades de la RDC, a pesar de los esfuerzos internacionales que buscan una solución política al conflicto. El alto el fuego, que se pactó a finales de julio, buscaba continuar con el proceso diplomático iniciado en Washington, incluyendo una declaración de principios en abril y un acuerdo bilateral el 27 de junio entre Kinshasa y Kigali para abordar la dimensión internacional del conflicto.
Estas conversaciones surgieron como respuesta al recrudecimiento del conflicto tras una ofensiva del M23, que logró controlar las capitales de Kivu Norte y Kivu Sur. Esto provocó fuertes críticas de la RDC hacia Ruanda, acusándola de represión a los tutsis con apoyo de grupos como las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR) y otras milicias locales.
