La dirigente opositora venezolana María Corina Machado, recientemente galardonada con el Premio Nobel de la Paz, ha reconocido este jueves que contó con el respaldo del Gobierno de Estados Unidos para poder abandonar Venezuela y desplazarse a Oslo para recibir la distinción. Al mismo tiempo, ha subrayado que ya se está avanzando en un plan de transición ante un posible fin del mandato del presidente venezolano, Nicolás Maduro.
“No puedo dar detalles, es gente que podría sufrir daños”, ha manifestado en una comparecencia ante los medios en la capital noruega, donde ha reiterado que “el régimen hubiera hecho lo posible para evitar que viniera”. “No sabían dónde estaba escondida en Venezuela, así que era difícil que me detuvieran”, ha añadido, sin aclarar en ningún momento en qué consistió exactamente la ayuda de Washington para facilitar su salida del país.
La opositora se ha mostrado “muy agradecida a todos los que hicieron posible” su viaje y ha recalcado que su intención es regresar “pronto” a Venezuela. “Siempre me pregunto dónde soy más útil para nuestra causa y por eso permanecí hasta hace poco en nuestro país. Hoy tenía que estar aquí. No fue fácil, a veces pareció imposible, y estar aquí es una prueba de lo que la voluntad, valentía y amor de los venezolanos es capaz de lograr”, ha señalado.
En relación con su retorno, ha explicado que “la vuelta a Venezuela será cuando pensamos que se dan las condiciones propicias en términos de seguridad y no depende de la salida o no del régimen”. Ha remarcado que será “lo antes posible”, al considerar que “el Nobel ha dada una inyección de energía”. A su juicio, “hay que seguir preparándose para la transición, aumentando la presión externa y manteniendo y avanzando en la coordinación externa”.
Preguntada por un eventual ultimátum del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a Maduro para dejar el poder, ha optado por no pronunciarse. “No estamos implicados de ninguna forma en las decisiones u operaciones sobre la seguridad nacional de otros países”, ha indicado, incidiendo en que “cada país tiene derecho a la legítima defensa”.
Machado ha admitido que “desconozco si el presidente de Estados Unidos tiene una fecha límite (para la salida de Maduro), nosotros vamos hasta el final”, y ha defendido que “las acciones de Trump han sido decisivas para llegar a donde estamos ahora, donde el régimen es más débil que nunca”.
En su intervención ha denunciado que las autoridades chavistas “pensaban que podían hacer cualquier cosa, que tenían impunidad total, que podían torturar, llevar a cabo desapariciones forzosas, agredir sexualmente a mujeres jóvenes y nada les iba a pasar, el coste era cero”. Ahora, ha afirmado, “empiezan a entender que es serio y que el mundo está mirando, se crean incentivos para que el comportamiento pare”.
En esta línea, ha insistido en que “hay que elevar los costes por estar en el poder, y bajarlos por abandonar el poder”. “Solo así se romperá el régimen, y es hacia lo que estamos avanzando”, ha añadido, al ser cuestionada sobre si respalda las operaciones militares estadounidenses contra presuntas narcolanchas en el Caribe y las amenazas de una posible invasión de Venezuela.
AUTORIDADES DE TRANSICIÓN
Machado ha reiterado su compromiso con “liberar y construir el país con pilares fuertes, pilares éticos, que representen las nuevas instituciones democráticas para los próximos siglos” y ha adelantado que la oposición ha “trabajado duro, no solo con Estados Unidos, sino con otros gobiernos en América Latina y Europa para explicar con detalle que estamos preparados para las primeras cien horas y los siguientes cien días en un país con una crisis multidimensional”.
Según ha dicho, se trata de “un desafío bastante importante para el presidente Edmundo González y su equipo”, al tiempo que ha remarcado que “hay profesionales muy talentosos, experimentados y honestos, dentro de Venezuela y en el extranjero”. “Están trabajando juntos y tenemos planes y equipos preparados para asumir el control desde el primer día”, ha asegurado.
En cuanto a las reformas institucionales necesarias, ha indicado que “la respuesta correcta” a la pregunta sobre qué instituciones venezolanas requieren cambios “sería todas”. A su juicio, “las instituciones venezolanas han sido totalmente devastadas”, y ha reiterado que “la prioridad es siempre la gente”.
Ha explicado que “hay muchas áreas conectadas. No puedes tener una economía vibrante que genere trabajos si no hay Estado de derecho. Nadie va a invertir en un país en el que no hay seguridad”. Por ello, ha insistido en que la crisis “tiene que ser abordada en la dimensión de emergencia, porque la gente tiene que sentir en su cuerpo y su alma, desde el primer día, qué significa la llegada de la libertad”, al tiempo que se impulsan “profundas transformaciones para levantar este nuevo marco institucional, que deberá durar mucho”.
En este contexto, ha avanzado que “trabajaremos muy rápido en seguridad, Policía y Ejército, en el área de la justicia, poner orden en la economía y cuentas públicas, incentivos para la inversión extranjera”. Ha recalcado además que González es el presidente electo y la figura que, en su opinión, debe encabezar una eventual transición, evitando aclarar si contempla presentarse a futuras elecciones presidenciales.
DESCRIBE COMO “MUY NECESARIO” CORTAR “LAS FUENTES DE ACTIVIDADES ILEGALES”
La Nobel de la Paz ha subrayado que “la sociedad venezolana ha dado todo por una transición a la democracia en orden y en paz” y ha recordado que los ciudadanos “ejercieron el derecho al voto y la soberanía popular el 28 de julio de 2024 y de manera aplastante eligió a Edmundo González como nuestro legítimo presidente”.
Ha denunciado que “quien nos ha dedicado la guerra a los venezolanos ha sido el régimen de Maduro, que ha sido calificado como terrorismo de Estado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y crímenes de lesa humanidad por Naciones Unidas”, y ha insistido en que Maduro “se apoya en regímenes totalitarios de otras partes del mundo para atacar y dañar a millones de venezolanos”.
En este sentido, ha afirmado que “Rusia, Irán, Cuba, grupos terroristas como Hezbolá, Hamás, cárteles de la droga y guerrillas colombianas, están ocupando Venezuela. Esa es la verdadera ocupación”, y ha reclamado a la comunidad internacional “ayuda para bloquear el ingreso de estos recursos que provienen de actividades ilegales, que es lo que soporta la estructura represiva del régimen”.
“Igual que el régimen se apoya en sistemas criminales, nosotros necesitamos que las democracias del mundo apoyen a los ciudadanos. Pedimos al mundo que actúe, no es cuestión de declaraciones, es cuestión de acciones”, ha indicado, respaldando de forma implícita las medidas de Estados Unidos contra lo que considera redes de narcotráfico que operan en el país.
Por ello, ha profundizado en que “el régimen usa los recursos que derivan de actividades ilegales, incluido el mercado negro de petróleo, no para dar comida a niños hambrientos, no para que los profesores que ganan un dólar al día, no para hospitales que no tienen medicamentos o agua, no para seguridad”.
“Usa estos recursos para reprimir y perseguir a nuestro pueblo, comprar armas, infiltrarse en nuestros movimientos (…) para mantener a nuestros amigos y colegas en prisión”, ha denunciado Machado, antes de remarcar que “estos grupos criminales deben ser detenidos” y que “cortar las fuentes de actividades ilegales es un paso muy necesario”.











