Emmanuel Macron, presidente de Francia, ha condenado enérgicamente las amenazas de muerte dirigidas a los jueces que sentenciaron al expresidente Nicolas Sarkozy a cinco años de cárcel por conspirar en la financiación ilícita de su campaña con fondos libios.
“Los ataques y amenazas de muerte, pasados o recientes, contra jueces son inaceptables. Por ello, el presidente de la República ha solicitado al Ministro de Justicia y al Ministro del Interior que, tan pronto como ocurran, los responsables sean identificados y procesados lo antes posible”, declaró Macron en una nota emitida por el Elíseo.
Macron ha reiterado que “el Estado de derecho es la base de nuestra democracia” y que “la independencia del poder judicial, su imparcialidad y la protección de los jueces son sus pilares esenciales”.
Desde el Elíseo se ha destacado que las decisiones judiciales pueden ser objeto de debate público, pero siempre respetando a todas las partes. “Pueden ser impugnadas, en particular mediante el ejercicio de los recursos legales”, se ha recordado.
Además, Macron ha enfatizado que “en nuestro Estado de derecho, la presunción de inocencia y el derecho de apelación deben preservarse siempre”.
El presidente del Tribunal de Apelación de París, Jacques Boulard, hizo un “llamamiento solemne” condenando la cuestionamiento de la imparcialidad judicial, y además de las amenazas, Sarkozy ha reiterado su inocencia y cuestionado el “estado de derecho”.
“En un Estado democrático de derecho, la crítica a una decisión judicial no puede en ningún caso traducirse en amenazas contra los magistrados”, afirmó Boulard.
Gérald Darmanin, Ministro de Justicia, también ha condenado “sin reservas (…) las intimidaciones y amenazas de muerte que afectan a los magistrados”. Estas amenazas contra los magistrados son “absolutamente intolerables en una democracia”, señaló en un mensaje en X.
La Fiscalía de París ha iniciado dos investigaciones debido a “mensajes amenazantes” contra el presidente del tribunal que condenó a Sarkozy el jueves.