El mandatario francés, Emmanuel Macron, está evaluando las mociones de censura contra el Gobierno de Sébastian Lecornu, considerándolas como preludios de una posible disolución, lo cual podría desembocar en elecciones parlamentarias anticipadas si las propuestas de la izquierda y la ultraderecha logran éxito.
Durante una conferencia de prensa al finalizar un Consejo de Ministros, la nueva vocera del Gobierno, Maud Bregeon, reveló que se han aprobado los presupuestos generales y de la Seguridad Social. El Gobierno enfrenta un desafío de tiempo, ya que debe aprobar estos presupuestos antes del 31 de diciembre, y esta tarea se complica aún más sin el uso del artículo 49.3 de la Constitución, que esquiva la necesidad de votación.
En la reunión, Macron defendió la necesidad de ‘estabilidad institucional’ y a pesar de reconocer que ‘algunos no desean debatir’, Bregeon ha hecho un llamamiento a todos los partidos para que participen activamente en el debate parlamentario, en un intento por salvar el mandato de Lecornu, quien enfrenta este reto por segunda vez.
La reforma pensional continúa siendo un punto crítico de conflicto, con el Partido Socialista amenazando con promover la censura si no se abandona el proyecto, mientras que es esencial para los aliados de Macron y para la Agrupación Nacional ultraderechista.
Desde la Agrupación Nacional, liderada por Marine Le Pen y Jordan Bardella, se ha expresado una firme oposición al actual gabinete, con Bardella declarando que ‘la casa se está derrumbando y el señor Lecornu está pintando las paredes’, según reportó ‘Le Figaro’. Por su parte, La Francia Insumisa, bajo la dirección de Mathilde Panot en la Asamblea Nacional, ha anunciado que insistirá en una nueva petición para destituir a Macron, a pesar de que los intentos anteriores no prosperaron por falta de consenso.