Desde la IV Conferencia Internacional para la Financiación al Desarrollo de la ONU en Sevilla, el presidente francés, Emmanuel Macron, ha expresado su preocupación por la implementación de aranceles y el comienzo de una ‘guerra comercial’. Macron destacó que estas prácticas son típicas de naciones poderosas que las emplean como ‘chantaje’.
En su intervención, Macron no señaló a ningún gobierno específico, pero describió la guerra arancelaria como ‘algo negativo para todos’, señalando que tiene efectos particularmente adversos en países con menor flexibilidad económica o en la financiación para el desarrollo.
Macron propuso fortalecer la Organización Mundial del Comercio (OMC) y ‘reequilibrar’ las relaciones comerciales, incentivando las cadenas de valor en naciones en desarrollo para que no sean vistas únicamente como fuentes de recursos por los países más acaudalados.
Además, el presidente francés mencionó la necesidad de no erigir ‘muros’ y reconoció el reto que representa la retirada de Estados Unidos de los compromisos globales con los fondos para el desarrollo. Sugirió diversas medidas para generar nuevos impuestos en sectores beneficiados por la globalización, mejorar el uso de los fondos públicos, promover una fiscalidad ‘responsable’ e involucrar a actores locales.
Macron concluyó subrayando que la conferencia es ‘un ejemplo de esperanza para la paz y la estabilidad mundiales’, y agradeció el esfuerzo de la ONU y de España, mencionando especialmente a su ‘amigo’ el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.