El mandatario de Venezuela, Nicolás Maduro, ha expresado su gratitud por el anuncio realizado por Gustavo Petro, presidente de Colombia, sobre el despliegue de 25.000 militares en la frontera compartida, interpretándolo como un gesto de «unidad por la soberanía» entre ambas naciones.
«Agredecer al presidente de Colombia, nuestra hermana Colombia, con quien compartimos una sola bandera, amarillo, azul y roja, el estandarte de los ejércitos libertadores, (que) ha dado una orden hoy de reforzar con 25.000 hombres (…) toda la zona del Catatumbo colombiano», destacó Maduro en un evento público, elogiando esta medida como un avance en la coordinación binacional que beneficia «el futuro de prosperidad de nuestros pueblos fronterizos».
Maduro confirmó que ha habido interacciones entre los ministros de Defensa de ambos países y reafirmó la vigilancia conjunta de su territorio, proclamando que «nuestra tierra la vigilamos, la cuidamos, la preservamos nosotros venezolanos y colombianos unidos por la paz, por la prosperidad y la soberanía».
Además, celebró la fortaleza de Venezuela tras «20 días continuos de anuncios, amenazas, guerra psicológica, (…) de asedio contra la nación venezolana», asegurando que «no han podido, ni podrán, no hay forma de que entren a Venezuela», haciendo referencia a Estados Unidos, aunque Petro ha justificado este incremento militar en el Catatumbo «para lograr reducir al máximo las fuerzas de la mafia» y enfrentar el narcotráfico.
«No es la tierra la que le gana a la mafia, es la coordinación entre los dos Estados quien lo logra», señaló el presidente colombiano en redes sociales, después de que Venezuela también anunciara el despliegue de 15.000 militares venezolanos en la región fronteriza.
Estas acciones ocurren en un momento de tensión política entre Venezuela y Estados Unidos debido al despliegue de buques militares en la región. Washington ha reiterado su compromiso de combatir el narcotráfico, acusando directamente a Maduro. La Casa Blanca ha advertido que la administración de Donald Trump «está preparada para usar cualquier elemento del poder de Estados Unidos» para controlar el tráfico de drogas desde Venezuela y llevar a los responsables ante la justicia, incluyendo la opción militar.
















