Nicolás Maduro, presidente de Venezuela, ha enviado una carta a los participantes de la cumbre entre la Unión Europea y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), solicitando que utilicen este encuentro para declarar un ‘acto de firmeza’ en oposición a la política de intervención sistemática de Estados Unidos; esto en referencia al ‘resurgimiento’ de la Doctrina Monroe que dominó las directrices del siglo XIX y gran parte del XX en la política exterior estadounidense.
La cumbre, celebrada este domingo en Santa Marta (Colombia), ha estado marcada por la dificultad de sus asistentes para unificar una crítica hacia los ataques de EE.UU. contra supuestas narcolanchas en el Caribe, que han causado 70 muertes y han sido condenadas por ONG como ‘ejecuciones extrajudiciales’, además de las amenazas directas a Venezuela por parte del presidente Donald Trump, quien ha declarado la caída de Maduro y amenazado con una intervención militar en el país.
‘Cuando actos armados y letales se justifican bajo el pretexto de la ‘seguridad’ o la ‘lucha contra el crimen’, y resultan en ejecuciones en el mar, se viola el derecho internacional y se atropella la vida humana’, expresó Maduro, quien no asistió a la cumbre, en una carta publicada por su ministro de Exteriores, Yvan Gil.
‘No aceptamos que bajo eufemismos como la ‘seguridad’, o la ‘lucha contra el narcotráfico’, se busque reinstaurar la antigua Doctrina Monroe que pretende convertir a nuestra América en escenario de invasiones y golpes de estado para apropiarse de nuestras riquezas y recursos naturales. Rechazamos firmemente el resurgimiento de la Doctrina Monroe’, afirmó Maduro.
El mandatario venezolano, haciendo referencia a la historia, comparó la situación actual con el colonialismo español, mencionando la expedición liderada por el general Pablo Morillo en 1815 y su asedio a Cartagena de Indias, durante la independencia de Colombia, como ‘lecciones de la violencia imperial contra la libertad americana’.
‘Hoy, dos siglos más tarde, las formas del asedio han cambiado pero no su esencia’, alertó Maduro en la carta, subrayando la necesidad de que esta cumbre sea ‘no un ejercicio ritual sino un acto de firmeza: proclamemos la defensa incondicional de nuestra América como Zona de Paz’.
‘Rechacemos de manera categórica cualquier militarización del Caribe, exijamos una investigación independiente de las ejecuciones denunciadas por los mecanismos de derechos humanos de la ONU y establezcamos mecanismos regionales de cooperación humanitaria y defensa colectiva que aseguren la protección de nuestras aguas, nuestras costas y nuestras comunidades’, solicitó Maduro.
Por último, Maduro reiteró su condena al ‘criminal e inhumano bloqueo impuesto contra el pueblo y el Gobierno de la República de Cuba, una agresión sostenida que viola flagrantemente el Derecho Internacional y la Carta de las Naciones Unidas, así como su inclusión, también por parte de EE.UU., al igual que el bloqueo, en ‘una espuria lista de países que supuestamente patrocinan el terrorismo’.











