El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha reiterado su disposición a retomar el diálogo con Estados Unidos, aunque únicamente “sobre la base del respeto”, al tiempo que ha cargado contra la actuación de la oposición venezolana en plena escalada de tensión entre Caracas y Washington.
“Si en Estados Unidos algún día a alguien se le ocurre sobre la base de respeto conversar y superar proyectos fracasados de más de veinticinco años, aquí siempre va un presidente que representa a su pueblo para extender la mano y buscar caminos de paz, cooperación y prosperidad”, ha señalado en una intervención televisada difundida por la cadena Globovisión.
En este contexto, el jefe de Estado ha denunciado que “sectores del poder” en Estados Unidos estarían construyendo una “realidad virtual” sobre lo que ocurre en Venezuela con el objetivo de imponer un “modelo de dominación colonial y esclavista para robar sus recursos naturales”, algo que ha tildado de “imposible” gracias al “pueblo asentado en el territorio”.
Según Maduro, lo que realmente “quieren” las autoridades estadounidenses es el “petróleo”, el “oro” y las “tierras raras”, en suma las “riquezas” del país. Además, ha afirmado que, al no poder atribuirle la posesión de armas de destrucción masiva o biológicas, “repiten como cuatro o cinco mentiras permanentemente”.
En relación con la dirigente opositora María Corina Machado --representante de la oposición al régimen chavista y ganadora del último premio Nobel de la Paz--, Maduro ha subrayado que “jamás” tomará “esta patria”, una advertencia que ha hecho extensiva a otros referentes de la oposición como Leopoldo López, Julio Borges o Juan Guaidó.
“Venezuela seguirá su curso, con su plan, con su liderazgo y con su pueblo, teniendo grandes logros en los años que están por venir. Nuestro mensaje es de paz, de amor y de entendimiento”, ha remarcado el mandatario.
En paralelo, efectivos militares estadounidenses han destruido casi 30 presuntas embarcaciones empleadas por el narcotráfico y han dado muerte a más de 100 personas desde el inicio de la operación ‘Lanza del sur’, destinada a frenar el tráfico de drogas procedente de Venezuela, una acción que también persigue presionar para un cambio de régimen en la capital venezolana.