El presidente de Mongolia, Ujnaagiin Jurelsuj, ha ejercido su derecho de veto este lunes contra la destitución del primer ministro, Gombojavin Zandanshatar, una decisión que el Parlamento tomó la semana pasada tras solo cuatro meses de mandato del jefe del Ejecutivo, exacerbando así la crisis política en la nación.
El jefe de Estado ha invalidado el despido declarando que el procedimiento de votación del viernes no respetó los términos constitucionales, los cuales exigen tres días de debates tras presentar la moción y al menos otros diez días antes de ejecutar el cese del jefe de Gobierno.
En palabras del presidente, se ha manipulado el proceso y se ha optado por una modalidad de votación inadecuada, infringiendo la Constitución, según explicó en un comunicado. Además, alertó de que «se han violado» los principios básicos del Estado de Derecho.
El presidente recordó que para que la destitución prospere, es imprescindible contar con ‘quorum’. Aunque los diputados empezaron a registrarse alrededor de las 9:00 (hora local), la sesión continuó a pesar de no cumplir con los requisitos necesarios.
«La decisión de prolongar la sesión plenaria sin el quorum adecuado constituye una clara infracción de las normas parlamentarias», indicó. La votación a favor de remover al primer ministro se produjo en medio de una lucha interna dentro del Partido Popular de Mongolia y crecientes protestas y huelgas derivadas de la incapacidad para aprobar el presupuesto anual.
El escándalo de exportación de carbón a China, que data de 2022, ha sido uno de los puntos críticos en las disputas internas del partido. Dashzegvin Amarbayasgalan, hasta ese momento presidente del Parlamento, acusó a Zandanshatar de beneficiarse personalmente a través de una empresa estatal, mientras que Zandanshatar señaló a Amarbayasgalan como parte del problema.
Amarbayasgalan renunció el viernes, una decisión que fue aceptada por los legisladores y con la que buscaba «limpiar su imagen».