Un conjunto de gobernadores de derecha de Brasil se congregaron en Río de Janeiro para apoyar a Cláudio Castro, gobernador del estado, y justificar su gestión durante la operación policial en dos favelas de la zona norte de Río, que resultó en más de 120 muertes.
Durante la reunión, Castro defendió la intervención policial, expresando su deseo de que Río demuestre cómo se pueden recuperar áreas «ocupadas» por la delincuencia y controlar la expansión de armas. «Sobre todo, para combatir estas armas, que no pueden proliferar en ninguna ciudad del país», declaró, añadiendo que en ciudades europeas como París, Londres, Barcelona o Fráncfort, nadie sobreviviría «más de 20 o 30 segundos» llevando «un rifle».
Tarcísio de Freitas, gobernador de Sao Paulo, alabó la actuación de Río, mencionando que «el estado de Río de Janeiro actuó muy bien, marcó la diferencia», según reportes de ‘Folha’. Jorginho Mello de Santa Catarina y Zema de Minas Gerais, también aplaudieron la operación, calificándola de «histórica» y «extremadamente exitosa», respectivamente.
Además, criticaron la gestión del presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, por su supuesta falta de atención a los problemas internos mientras intentaba mediar en conflictos internacionales. «Tenemos un presidente que se va al extranjero a organizar la paz en Ucrania, pero deja que la gente se muera aquí», señaló Zema. Caiado, de Goiás, criticó a los gobiernos de izquierdas por ser supuestamente permisivos con el crimen organizado.
El grupo anunció la formación de un «Consorcio de la Paz» para compartir recursos y experiencias en la lucha contra el crimen. «Estamos aquí con una respuesta clara a nivel estatal, que será, según nuestro publicista Jorginho (Mello), el ‘Consorcio de la Paz'», anunció Castro en una rueda de prensa en el Palacio de Guanabara. Mello destacó la expectativa de que los 27 estados de Brasil se unan a esta iniciativa.
