Varios miles de miembros de la comunidad ultraortodoxa judía han obstruido este jueves el principal acceso a Jerusalén, en protesta por la imposición del servicio militar obligatorio, del cual habían sido eximidos hasta el año pasado.
La manifestación, denominada «protesta de un millón de personas», ha provocado el cierre de importantes vías de acceso a la ciudad, con manifestantes que portaban pancartas con lemas como «Rusia está aquí» o «Stalin está aquí».
Los estudiantes de las yeshivas fueron convocados a prestar servicio después de que el Tribunal Supremo dictaminase que la exención previa era injusta y discriminatoria para el resto de los ciudadanos israelíes, particularmente en «tiempos de guerra». Desde el comienzo de la ofensiva en Gaza, los ultraortodoxos han rechazado incorporarse a las filas militares.
Además, han protagonizado múltiples protestas y han rehusado presentarse en los centros de reclutamiento, desafiando las órdenes militares. En estas manifestaciones, han adoptado frecuentemente eslóganes y símbolos del movimiento para la liberación de rehenes capturados por Hamás en los ataques a Israel el 7 de octubre de 2023.
Un manifestante exhibió una pancarta que decía «parásitos», en referencia a los israelíes seculares, según reportó ‘The Times of Israel’.
La seguridad tuvo que cerrar la entrada principal de una estación de autobuses tras un enfrentamiento entre pasajeros y manifestantes, que arrojaron botellas e insultos a algunas mujeres tachándolas de «impuras». Además, algunos manifestantes lanzaron objetos a una periodista que cubría las protestas, lo que ha llevado al Sindicato de Periodistas de Israel a examinar varias denuncias sobre «actos de violencia contra corresponsales y personal técnico».
QUEJAS DESDE LA OPOSICIÓN
Yair Lapid, líder de la oposición, ha criticado a los manifestantes en declaraciones recientes, indicando que si pueden desplazarse para protestar, también deberían poder hacerlo para acudir a los centros de reclutamiento.
«Quiero decir esto a la juventud que ha sido irrespetuosa y sigue prefiriendo morir antes que alistarse. Si podéis marchar en las calles, podéis completar el entrenamiento y defender al Estado de Israel», afirmó Lapid, subrayando que «todos deben alistarse y trabajar».
A finales de julio, el gobierno israelí emitió 54.000 órdenes de reclutamiento para miembros de la comunidad haredí, pese a la tensión y las protestas en contra de la obligatoriedad del servicio militar, que muchos de ellos rechazan por motivos religiosos, dedicándose al estudio de la Torá.
















