Este jueves, una multitud ha tomado las calles en diversas ciudades de Francia, respondiendo a la convocatoria de una huelga general por parte de distintos sindicatos. La protesta se dirige contra el plan presupuestario para el año 2026, delineado por el recién designado primer ministro, Sébastien Lecornu.
De acuerdo con los datos proporcionados por el Gobierno, aproximadamente 85.000 personas se han sumado a las movilizaciones a nivel nacional, y cerca del 6% de los docentes han participado en la huelga, a pesar de que la adhesión no ha sido masiva. Los sindicatos buscan así aumentar la presión sobre Lecornu antes de su esperado discurso de política general la próxima semana.
«Sébastien Lecornu es un clon de François Bayrou», ha declarado Sophie Binet, secretaria general de la Confederación General del Trabajo (CGT), en una entrevista con BFM TV, destacando la «indignación social» palpable en el país.
El primer ministro ya anticipó algunas prioridades para los próximos años, incluyendo un recorte de 6.000 millones de euros en el gasto público y un objetivo de déficit del 4,7% del PIB para 2026. A pesar de afirmar que no presentará un «presupuesto de austeridad y regresión social», sus planes no han convencido a los sindicatos hasta el momento.
Esta ha sido la tercera convocatoria de huelga contra Lecornu, quien ha rechazado paralizar la controvertida reforma de pensiones implementada por la ex primera ministra Elisabeth Born, algo que muchos sindicatos demandan. Además, solicitan al nuevo gobierno, aún por formarse, políticas más favorables en materia de pensiones y la restitución del impuesto a las grandes fortunas.
Lecornu asumió el cargo de primer ministro el 9 de septiembre tras la dimisión de François Bayrou, quien renunció después de no superar una moción de confianza en la Asamblea Nacional, tras su polémico plan de recortes presupuestarios que ascendía a casi 44.000 millones de euros.