La congresista del Partido Republicano, Marjorie Taylor Greene, quien fue una figura clave en el apoyo legislativo a Donald Trump durante su primera legislatura y destacó como una columna del movimiento MAGA (Make America Great Again), ha anunciado que renunciará a su cargo el 5 de enero. Esta decisión viene después de perder el respaldo del actual presidente de los Estados Unidos, quien se ha distanciado de ella por su persistencia en hacer públicos los documentos del caso de Jeffrey Epstein.
“Defender a las mujeres estadounidenses que fueron violadas a los 14 años, traficadas y utilizadas por hombres ricos y poderosos, no debería resultar en que me llamen traidora ni en que reciba amenazas del presidente de los Estados Unidos, por quien luché”, declaró Greene en una carta difundida a través de la red social X.
Desde el estado de Georgia, la congresista ha criticado al mandatario y al Partido Republicano por la dirección de la legislatura actual, resaltando el cierre del gobierno que duró más de 40 días, donde los estadounidenses tuvieron que «soportar un repugnante drama político de ambos partidos».
Greene ha reiterado su «lealtad» al proyecto de Trump, sin embargo, ha señalado que esta «debe ser mutua», tras ser tachada de «traidora», «lunática» y «chiflada» por el líder republicano, quien además justificó el retiro de su apoyo alegando que Greene tenía pocas posibilidades de ser reelegida.
Trump también la acusó de traicionar los principios del Partido Republicano y de inclinarse hacia «la izquierda radical», antes de afirmar que «la maravillosa y conservadora gente» de su estado «se está pensando desafiarla en unas elecciones primarias» debido a que «ella también les tiene hartos con sus histrionismos».
Las críticas, según Greene, «tienen que ver con el caso Epstein», refiriéndose a su apoyo para la divulgación total de los documentos vinculados a la red de prostitución gestionada por el empresario y delincuente sexual Jeffrey Epstein y sus conexiones con el presidente norteamericano.
La republicana ha manifestado su oposición a políticas como el bombardeo de Irán o la gestión sanitaria durante el cierre del gobierno provocado por el estancamiento parlamentario.
