El ejecutivo libio, respaldado internacionalmente, ha instruido a Médicos Sin Fronteras (MSF) para que abandone el territorio nacional antes del 9 de noviembre. La organización ha indicado que no se han proporcionado explicaciones que justifiquen esta decisión, añadiendo que el procedimiento continúa siendo confuso.
MSF ha revelado que el cese de sus operaciones fue ordenado el 27 de marzo, tras el cierre de sus instalaciones por la Agencia de Seguridad Interna de Libia y tras el interrogatorio a varios trabajadores. Esta acción también impactó a otras nueve entidades humanitarias.
Desde ese momento, MSF ha tratado repetidamente de reiniciar sus actividades, pero recientemente el Ministerio de Exteriores libio ha comunicado que la organización debe dejar el país. “Lamentamos profundamente la decisión (…) y estamos preocupados por las consecuencias sobre la salud de las personas a las que apoyamos”, declaró Steve Purbrick, jefe de programas de MSF en Libia.
“Creemos que MSF aún tiene un papel importante que jugar en Libia, particularmente en el diagnóstico y tratamiento de tuberculosis, apoyar el sistema sanitario libio, y también en dar acceso a la salud a refugiados y migrantes que están excluidos de la atención y sometidos a detención arbitraria y grave violencia en el país”, explicó.
“No se han dado razones para justificar nuestra expulsión y el proceso sigue sin estar claro. El registro de MSF ante las autoridades relevantes del país sigue siendo válido, así que esperamos encontrar una solución positiva a la situación”, agregó.
MSF también ha destacado que esta orden se produce en un contexto de «crecientes obstrucciones» a la labor de las ONG, recortes en la ayuda internacional y un endurecimiento de las políticas fronterizas europeas en colaboración con las autoridades libias. Esto ha dejado a refugiados y migrantes en el oeste de Libia sin organizaciones internacionales que les proporcionen atención.
Libia permanece dividida en dos gobiernos tras el fin del mandato de Abdul Hamid Dbeibé por parte de la Cámara de Representantes del este, que nombró un gobierno paralelo. Aún no se ha alcanzado un acuerdo para la reunificación y las elecciones siguen pendientes.
















