Médicos Sin Fronteras denuncia la dramática situación en Gaza frente a la ofensiva israelí

Médicos Sin Fronteras expone la crítica situación en Gaza donde la población enfrenta dilemas severos bajo la ofensiva de Israel.

Palestinos desplazados a causa de la ofensiva de Israel contra la ciudad de Gaza para intentar tomar el control de la localidad, en el norte de la Franja (archivo)Europa Press/Contacto/Omar Ashtawy

Médicos Sin Fronteras (MSF) ha expresado su preocupación este jueves debido a que “la población de la ciudad de Gaza hace frente a una elección imposible: quedarse y sufrir una ofensiva militar o abandonarlo todo e ir al sur”, en medio de la intensa campaña militar de Israel para tomar control de la zona.

“Lo que sabemos por nuestros equipos en la ciudad de Gaza, que siguen operando en dos hospitales y dos clínicas, además de realizar distribución de agua, es que allí están quedando cada vez menos actores humanitarios debido a la operación militar y a la presión que ejerce el gobierno de Israel para que tanto la población como las organizaciones humanitarias abandonen la ciudad”, ha declarado Jacob Granger, coordinador de Emergencias de Médicos Sin Fronteras, actualmente en Deir al Balá.

Granger ha detallado que “hace un mes, se estimaba que la ciudad de Gaza tenía alrededor de un millón de habitantes. Todas estas personas viven en condiciones absolutamente precarias. Hay carencia de alimentos y agua, así como falta de acceso a servicios médicos básicos”, mientras que el Ejército israelí informa que cerca de 400.000 personas ya han huido de la ciudad.

Granger ha enfatizado la dificultad de desplazamiento hacia el sur de la ciudad, “especialmente cuando estamos hablando de cifras tan elevadas y considerando que no hay instalaciones, infraestructura ni espacio suficiente para recibir a todas estas personas”.

Además, Granger ha confirmado que los equipos de MSF en la ciudad de Gaza “están recibiendo más heridos y más fallecidos” por la ofensiva israelí. “También estamos viendo desplazamientos de población. Es muy difícil estimar cuántas personas han logrado salir de la ciudad de Gaza hacia el sur, pero también es cierto que muchas otras no pueden abandonar la ciudad porque no tienen dónde refugiarse”, ha explicado.

“La población tiene que elegir entre quedarse en un refugio, sea una tienda de campaña o parte de un edificio, casi siempre sobrepoblado, y sufrir las operaciones militares en la ciudad de Gaza, o dejar todas sus pertenencias en el norte e intentar ir hacia el sur para encontrar un pedazo de tierra donde establecerse nuevamente”, ha reiterado Granger.

BLOQUEO ISRAELÍ A LA AYUDA

Granger ha insistido en que “la llamada ‘zona humanitaria’ que las autoridades israelíes han designado al sur, en Jan Yunis, tiene alrededor de 42 kilómetros cuadrados”. “Se espera que allí se concentren más de dos millones de personas”, ha señalado, antes de recordar que “en la Franja de Gaza apenas quedan edificios en pie, la mayoría de la población vive en tiendas de campaña hacinadas, y además las autoridades israelíes no permiten que entren suficientes tiendas para refugiar a los gazatíes”.

“Más del 70 por ciento de la población de Gaza no tiene ingresos regulares. El acceso a efectivo es muy difícil y para desplazarse se necesitan miles de dólares. Las necesidades que MSF observa hoy en Gaza son abrumadoras: comida, agua y servicios médicos. En una de las clínicas que todavía tenemos en funcionamiento estamos viendo cada vez casos más graves”, ha afirmado Granger.

“El Hospital Al Shifa, el mayor que sigue funcionando en el norte, tiene una tasa de ocupación de camas del 250 por ciento. Además, el acceso a suministros médicos es muy limitado e insuficiente para proporcionar servicios médicos vitales para la población”, ha lamentado, al tiempo que ha apuntado a un acceso “cada vez más restringido” al agua potable, con “un número creciente de personas sin poder satisfacer en absoluto esta necesidad básica”.

Sin embargo, ha subrayado que “la necesidad más básica de toda la población de la Franja de Gaza es la seguridad”. “Hoy no existe un lugar seguro ni en el norte ni en el sur de la Franja. Necesitamos seguridad, necesitamos que cesen las actividades militares israelíes”, ha reiterado.

“Debe quedar claro que operar en la ciudad de Gaza es extremadamente peligroso por la falta de garantías de seguridad por parte del Gobierno israelí. Veo a colegas, internacionales y gazatíes, arriesgar su vida cada día para proporcionar agua y servicios de salud esenciales a la población de la ciudad de Gaza”, ha denunciado.

“Exigimos a la comunidad internacional y al Gobierno israelí que garanticen el acceso de los actores humanitarios y de la ayuda humanitaria en general a la Franja de Gaza, y en particular a la ciudad de Gaza”, ha dicho, al tiempo que ha subrayado que “en este momento, el único obstáculo para que la ayuda humanitaria entre en la ciudad de Gaza es el Gobierno israelí”.

ATAQUE CONTRA UN CAMIÓN DE MSF

Por otra parte, ha confirmado que un ataque israelí alcanzó el 15 de septiembre uno de sus camiones de distribución de agua en la ciudad de Gaza mientras un equipo de la organización distribuía 10.000 litros de agua potable en el barrio de Sheij Raduán, en la zona oriental de la localidad.

MSF ha indicado que la ruta y el horario habían sido comunicados con antelación a Israel y ha subrayado que “no puede considerarse un error”. “Fue un intento deliberado de sabotear la distribución de agua a los civiles que no pueden abandonar la zona, en particular a los enfermos y a las personas más vulnerables que viven en tiendas de campaña o entre los escombros de lo que alguna vez fueron sus casas”, ha zanjado.

La ONG ya denunció el miércoles la muerte de su decimotercer trabajador humanitario, Husein Alnayar, tras sucumbir a las heridas sufridas hace varios días en un ataque aéreo del Ejército de Israel contra la Franja de Gaza. “Estamos indignados de que la violencia militar siga matando a nuestros compañeros palestinos”, dijo MSF.

La ofensiva israelí contra la Franja, lanzada tras los ataques del 7 de octubre de 2023, ha dejado hasta la fecha más de 65.000 palestinos muertos, según las autoridades gazatíes, controladas por Hamás, en medio de las denuncias internacionales sobre las acciones del Ejército de Israel en el enclave, especialmente en torno al bloqueo a la entrega de ayuda.

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