Médicos Sin Fronteras (MSF) ha comunicado este miércoles que reactivará sus misiones de búsqueda y rescate en el Mediterráneo central, tras casi un año de interrupción de estas actividades con la paralización de su último navío, el ‘Geo Barents’. Esta decisión se toma en respuesta al incremento de decesos y naufragios recientes de barcos que transportaban migrantes.
“Como organización médica y humanitaria, nuestro compromiso de estar presentes en el mar y apoyar a las personas que se desplazan es inquebrantable”, declaró Juan Matías Gil, representante del proyecto de búsqueda y rescate de MSF. También añadió que el barco ‘Oyvon’ ha sido acondicionado en Valencia para operar en una de las rutas migratorias más peligrosas del mundo.
El propósito de la organización es “rescatar a quienes se encuentran en peligro en el mar, obligados a emprender travesías en embarcaciones no aptas para la navegación, después de haber soportado condiciones deplorables e inhumanas, detenciones, abusos y extorsiones en Libia”.
MSF ha criticado las políticas “restrictivas” contra los rescates marítimos, destacando que se vieron forzados a suspender las actividades en diciembre de 2024 tras más de dos años operando bajo legislaciones y políticas italianas. “El decreto Piantedosi y la práctica de asignar puertos distantes. Estas normas restrictivas hicieron inviable el funcionamiento del ‘Geo Barents’. A pesar de su capacidad para transportar hasta 700 personas, estas políticas no permiten realizar más de un rescate”, señala el informe.
“Las autoridades italianas asignaban al barco repetidamente puertos muy lejanos, provocando travesías cada vez más largas que agravaban el sufrimiento y las condiciones de los supervivientes”, lamentó la ONG. MSF subrayó que estas políticas disminuyen la capacidad de los buques de búsqueda y rescate para proporcionar asistencia de salvamento. “La decisión de MSF de operar un barco más pequeño y rápido es una respuesta estratégica ante las leyes y prácticas restrictivas y obstructivas impuestas por el Gobierno italiano, que se dirigen específicamente a los barcos de rescate humanitario”, explicaron.
En los últimos meses, se ha observado un incremento de ataques violentos en aguas internacionales por parte de la Guardia Costera de Libia y otros grupos armados contra migrantes y buques de rescate humanitario. La tripulación de MSF, que incluye un médico y una enfermera, está preparada para proporcionar atención médica en situaciones críticas, tratando condiciones como hipotermia, inhalación de combustible, quemaduras por combustible, así como lesiones derivadas del ciclo de abusos y detenciones en Libia, conforme a lo indicado en el documento.
