En un reciente encuentro con miembros de la Coalición de Voluntarios, la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, enfatizó que ‘no enviará soldados a Ucrania’, aunque ha mostrado disposición para cooperar en futuras garantías de seguridad ‘en caso de alto el fuego’, incluyendo acciones como la vigilancia y entrenamiento de fuerzas ucranianas.
Desde el ejecutivo italiano, se ha comunicado que Meloni propuso a los aliados de Kiev la instauración de un sistema de seguridad basado en el Artículo 5 del tratado de la OTAN, que promueve la defensa colectiva, ‘como elemento clave del componente político de las garantías de seguridad’.
Estas garantías ‘sólidas y creíbles’ deberían fomentar, según el gobierno italiano, un ‘espíritu de colaboración’ entre Europa y Estados Unidos. De hecho, líderes europeos, incluyendo a Meloni, discutieron este tema con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en una conversación telemática después de la reunión principal con la Coalición de Voluntarios.
Italia ha defendido la idea de que los esfuerzos diplomáticos deben ir acompañados de un continuo apoyo a Ucrania y una ‘presión colectiva’ sobre Rusia, lo que podría llevar a la imposición de nuevas sanciones si el presidente ruso, Vladimir Putin, no avanza hacia la paz.
En su declaración, el gobierno de Meloni no mencionó la decisión ya tomada por 26 países de formar una futura fuerza de apoyo a Ucrania ‘por tierra, mar y aire’ en caso de un alto el fuego, según reveló el presidente francés, Emmanuel Macron, aunque se omitieron detalles específicos para no alertar al Kremlin.